jueves, 26 de marzo de 2015

¿Existió Jesús de Nazaret?

¿EXISTIÓ REALMENTE JESÚS DE NAZARET?


Ésta quizás sea la pegunta más formulada de la historia de la humanidad.

Biografía del personaje



Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús (en griego antiguo: Ἰησοῦς Iesous, en arameo: ܝܫܘܥ‎ Išo, en hebreo antiguo: יְהוֹשֻׁעַ Yehošuaʕ o יֵשׁוּעַ Yešuaʕ), Cristo (en griego antiguo: Χριστός Christós, en arameo: ܡܫܝܚܐ Mʕšiha, en hebreo antiguo: מָשִׁיחַ Māšîaḥ) o Jesucristo, es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la cultura occidental. Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su figura, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30, bajo el gobierno de Poncio Pilato.

Para la mayoría de las denominaciones cristianas, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. El judaísmo niega su divinidad, que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes.

Lo que se conoce de Jesús depende casi exclusivamente de la tradición cristiana (aunque se le menciona en fuentes no cristianas), especialmente de la utilizada para la composición de los Evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos treinta o cuarenta años, como mínimo, después de la muerte de Jesús. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los Evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse. Existe una minoría que niega la existencia histórica de Jesús de Nazaret.

Queda claro, que en los evangelios se habla de Jesús, faltaría más, se hicieron como medio propagandístico para él y la nueva fe que profesaban sus creadores. Por tanto, su subjetividad queda entredicha y no nos sirve, sólo con ellos, como medio probatorio válido a nivel científico-histórico.

Pero es que hay más, vamos a ver que reseñan de él los historiadores no practicantes de la emergente religión cristiana, incluso contrarios a ella, según que caso.




Referencias históricas no cristianas sobre Jesús de Nazaret

Las referencias históricas no cristianas sobre Jesús de Nazaret complementan a las judías, a los evangelios, y al resto de los libros del Nuevo Testamento y de los escritos cristianos apócrifos. La alusión directa más antigua no cristiana a Jesús de Nazaret se encuentra en la obra de Flavio Josefo Antigüedades judías(escrita hacia los años 93-94), más de medio siglo después de la muerte de Jesús (alrededor de 30). Todavía en el siglo II las menciones son pocas. Ninguna de ellas aporta información sustancial para conocer la vida o el mensaje de Jesús de Nazaret, pero sí sirven para documentar su existencia histórica. Mucha información se perdió durante la prohibición del cristianismo primitivo y el incendio de Jerusalén.
Jesús aparece mencionado en repetidas ocasiones en obras de escritores romanos como Tácito, Suetonio, Flavio Josefo y Plinio el Joven. The New Encyclopaedia Britannica (1995) afirma: «Estos relatos independientes demuestran que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo dudaron de la historicidad de Jesús, que comenzó a ponerse en tela de juicio, sin base alguna, a finales del siglo XVIII, a lo largo del XIX y a principios del XX».



Flavio Josefo

Las Antigüedades judías son una crónica del historiador judeorromano Flavio Josefo que narra la historia del pueblo judío de una manera razonablemente completa. Los intereses de Flavio Josefo —entre ellos, ganar la simpatía de Roma hacia los judíos— lo llevan, sin embargo, a minimizar las noticias que pudieran resultar conflictivas.
Josefo no menciona a los líderes del pequeño grupo de cristianos (Pedro y Pablo) ni a María, la madre de Jesús. Sin embargo, dos párrafos tratan directamente de Jesús:
  • En el capítulo 18, párrafos 63 y 64 se encuentra un texto denominado tradicionalmente testimonio flaviano (Antigüedades judías, 18:3:3):
Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, [si es lícito llamarlo hombre], porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos gentiles. [Era el Cristo.] Delatado por los principales de los judíos, Pilatos lo condenó a la crucifixión. Aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, [porque se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él.] Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos.
Antigüedades judías, 18:3:3.
La autenticidad del fragmento ha sido cuestionada filológicamente e historiográficamente. Aunque no faltan quienes defienden la autenticidad de este texto, la mayoría de los historiadores y filólogos no consideran que sea auténtico, al estar plagado de interpolaciones cristianas.



  • En el capítulo 20 se menciona indirectamente a Jesús al relatar la muerte de su hermano Jacobo Santiago (contracción del latín Sanct’ Iagus, esto es, san Jacobo):
Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, el hermano de Jesús, [llamado Cristo] y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados.
Antigüedades judías, 20:9:1.
Esta cita ayuda a datar la muerte de Santiago, hermano de Jesús, en el año 62. El texto del capítulo 20 es filológica ehistoriográficamente más consistente que el testimonio flaviano. Coincide formalmente con el estilo de Josefo, y parece poco probable una interpolación cristiana por la falta de énfasis hagiográfico.
De este segundo texto se discute si es una interpolación el texto entre corchetes, aunque, siguiendo al profesor Antonio Piñero, la mayoría de los historiadores y filólogos se inclinan por su autenticidad porque Josefo cita en su libro a muchos personajes de nombre Jesús y no parece extraño que añadiese algo al nombre para distinguirlo.
En otro pasaje (Antigüedades judías 18:5:2) se hace referencia a la muerte de Juan el Bautista a manos de Herodes, pero sin mencionar su relación con Jesús.
Se supone que este párrafo ha sido interpolado, probablemente por un lector cristiano que añadió al manuscrito original una nota marginal, incorporada luego en el texto. La suposición se basa sobre todo en la observación de que el pasaje interrumpe el relato, que prosigue en el párrafo siguiente, y que la caracterización de Jesús está redactada en términos que sólo pudo haber empleado un cristiano (especialmente por la afirmación de que Jesús era el Mesías, algo que no pudo decir nunca Josefo, quien siempre se mantuvo en la fe judía). Pero en 1972 el profesor Schlomo Pines, de la Universidad Hebrea en Jerusalén, anunció su descubrimiento de un manuscrito árabe del historiador melquita Agapio, del siglo décimo, en el que el pasaje de Josefo queda expresado de una manera apropiada para un judío, y que se corresponde de una forma tan estrecha a las anteriores proyecciones hechas por eruditos acerca de lo que Josefo habría escrito originalmente. El texto de Agapio es el siguiente: "En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas."

Plinio el Joven



Plinio el Joven, entre los años 100 y 112 escribió una carta al emperador Trajano preguntándole acerca de cómo debía conducirse hacia los cristianos, y las medidas que como gobernador tomó contra ellos  especialmente parágr. 5, 6 y 7:
5 praeterea male dicerent Christo... 6 <Hi> quoque omnes et imaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et Christo male dixerunt... 7 quod essent soliti stato die ante lucem convenire, carmenque Christo quasi deo dicere...

5...Y que además maldijeran a Cristo... 6 Éstos todos veneraron tu imagen y las efigies de los dioses, y maldijeron a Cristo... 7 (dijeron) que acostumbran reunirse al amanecer y cantan un himno a Cristo, casi como a un dios)

Este testimonio deja claro que se transmite literalmente de las declaraciones, reafirmaciones o retractaciones de los propios imputados de cristianismo, y en él un magistrado romano se hace eco tres veces de Cristo como persona real y objeto de culto de una secta.

Tácito

Tácito aporta otra referencia histórica en el año 116 ó 117:
Ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianos appellabat. Auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus erat; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, oríginem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta mundique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque.

Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y los sometió a penas e investigaciones; por sus ofensas, el pueblo, que los odiaba, los llamaba “cristianos”, nombre que toman de un tal Cristo, que en época de Tiberio fue ajusticiado por Poncio Pilato; reprimida por el momento, la fatal superstición irrumpió de nuevo, no sólo en Judea, de donde proviene el mal, sino también en la metrópoli [Roma], donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran.

Anales, 15:44:2-3


Aunque la autenticidad del texto de Tácito no ha sido cuestionada, numerosos autores han indicado que se desconocen sus fuentes. Se ha barajado la posibilidad de que se basara en Plinio el Joven (ver supra) o en las confesiones de los propios cristianos frente a la persecución policial. El fragmento aparece en el contexto de una larga diatriba contra los males del gobierno de Nerón, y se ha indicado que el interés de Tácito no estaba en el fenómeno cristiano en sí mismo, sino en la crítica al emperador. “A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hch 11:26.) Es posible que este nombre ya se usara en el año 44 E.C., cuando ocurrieron los acontecimientos narrados en este relato del libro de los Hechos, aunque la estructura gramatical del texto no lleva necesariamente a esa conclusión. Algunos creen que esta denominación se originó poco tiempo después. En todo caso, es probable que el término ya fuera utilizado cuando se escribió el libro de Hechos de los Apóstoles, ya que su autor lo pone en labios del rey Agripa II: “Por poco me convences de hacerme cristiano”. (Hch 26:28)

Suetonio

Gayo Suetonio Tranquilo (75-160), escribió alrededor del 120 que el emperador Claudio expulsó de Roma a judíos instigados por un tal 'Chrestus':
Iudaeos, impulsore Chresto, assidue tumultuantis Roma expulit.

A los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus continuas revueltas

Vit. Caes., Claud., 25.
Algunos estudiosos dieron por sentado que el nombre 'Chrestus' equivale a 'Cristo' y que la diferencia reside simplemente en un problema ortográfico; sin embargo, se trata apenas de una presunción. Chrestus es un nombre común en la Roma imperial, atestiguado en lápidas e inscripciones; en latín significa «buen hombre», «íntegro», «útil», pero también se podía usar en el sentido peyorativo de «simple», «ingenuo», «tonto», y los mismos que defienden esta hipótesis arriesgan que era un apelativo aplicado a los esclavos (entre los que la doctrina cristiana supuestamente tenía más éxito).
Pero Suetonio dice que el emperador expulsó a judíos, no a cristianos, y Chrestus en el texto aparece como un revoltoso en Roma de alrededor de los años 50 y no un predicador de los 30s en Israel. Más allá del nombre, no parece haber relación entre 'Chrestus' y 'Cristo'.
Años más tarde Suetonio escribió, en una lista de las actividades realizadas por Nerón:
Multa sub eo et animadversa severe, et coercita, nec minus instituta [...]

afflicti suppliciis Christiani, genus hominum superstitionis novae ac maleficae.

Bajo éste [su reinado] se reprimieron y castigaron muchos abusos, dictándose reglamentos muy severos [...]

Nerón infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna.

De Vita Caesarum. Nero, XVI.2.

La carta de Mara Bar-Serapion

En un manuscrito siriaco del siglo VII, que se encuentra actualmente en el Museo Británico de Londres, se recoge una carta de un tal Mara Bar-Serapion. La escribe desde la cárcel a su hijo, exhortándole a buscar la sabiduría. No hay acuerdo sobre la antigüedad de la carta, pero la mayoría de los estudiosos la fechan en la primera mitad del siglo II o incluso en el último cuarto del siglo I. Otros estudiosos afirman que fue escrita en el siglo III. En la carta hay una referencia a un «rey sabio», que ha sido interpretada por varios autores como una alusión a Jesús de Nazaret:
¿Qué ventaja obtuvieron los atenienses cuando mataron a Sócrates? Carestía y destrucción les cayeron encima como un juicio por su crimen. ¿Qué ventaja obtuvieron los hombres de Samo cuando quemaron vivo a Pitágoras? En un instante su tierra fue cubierta por la arena. ¿Qué ventaja obtuvieron los judíos cuando condenaron a muerte a su rey sabio? Después de aquel hecho su reino fue abolido. Justamente Dios vengó aquellos tres hombres sabios: los atenienses murieron de hambre; los habitantes de Samo fueron arrollados por el mar; los judíos, destruidos y expulsados de su país, viven en la dispersión total. Pero Sócrates no murió definitivamente: continuó viviendo en la enseñanza de Platón. Pitágoras no murió: continuó viviendo en la estatua de Hera. Ni tampoco el rey sabio murió verdaderamente: continuó viviendo en la enseñanza que había dado.
citado desde Penna, Romano: Ambiente histórico-cultural de los orígenes del cristianismo: textos y comentarios, pág. 319, Bilbao, 1994.
Algunos autores han interpretado que la abolición del reino de los judíos a que se hace referencia es la destrucción del Templo de Jerusalén en el año 70, y el «rey sabio» por cuya muerte los judíos fueron castigados, Jesús de Nazaret.
El texto parece poco fiable, porque contiene inexactitudes históricas sobre Sócrates y Pitágoras. Además, no hay ninguna prueba de que el «rey sabio» al que alude Mara Bar-Serapion sea Jesús de Nazaret. Podría referirse a algún otro de los líderes judíos que en época aproximadamente contemporánea a Jesús de Nazaret se arrogaron el título de Mesías, o incluso podría hacer referencia a algún rey de Judá, anterior en muchos siglos a Jesús de Nazaret.
No se han encontrado más referencias históricas relevantes de procedencia no cristiana acerca de Jesús del siglo I o principios del siglo II, al margen del Nuevo Testamento, pese a que numerosos historiadores y pensadores documentaron bastante exhaustivamente la época (entre ellos Filón de Alejandría, Séneca,Plutarco, Aulo Gelio, y Valerio Flaco).


Bibliografía adicional

  • José Miguel García (2007). Los orígenes históricos del Cristianismo. Ediciones Encuentro. ISBN 978-84-7490-837-4.
  • Giovanni Castelli e Maurizio Lana (con un saggio di Mario Pomilio), "La pietra scartata. Antologia di testi di Tacito a Agostino sulla figura di Gesù Cristo a cura di". Civiltà letteraria di Grecia e di Roma. Testi per la scuola italiana. Ed. PARAVIA
  • Joseph Klausner (2005). Jesús de Nazaret. Su vida, su época, sus enseñanzas. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona. ISBN 978-84-493-1834-4.
  • Wikipedia: Referencias históricas no cristianas sobre Jesús de Nazaret. Enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Referencias_hist%C3%B3ricas_no_cristianas_sobre_Jes%C3%BAs_de_Nazaret




MI OPINIÓN:



Para mí, no hay lugar a duda. Creo que un lector avispado, con tan solo leer las referencias más arriba ilustradas, debería hacerse una idea rápidamente de la verdad histórica que pasaré, sin más preámbulos a detallar:

  • Es mucho más complicado para los historiadores el poder justificar que no existió un personaje histórico llamado Jesús de Nazaret que reconocer que existió, siempre todo ello, con la base de poder argumentarlo sobre las múltiples pruebas documentales.
  • Fíjense como las citas de historiadores más importantes sobre Jesús, son hechas antes de S. IV DC, más adelante argumentaré su importancia en un apartado específico para ello. Quizás, la más importante es el llamado testimonio faviano, aún poniendo en duda sus interpolaciones cristianas. Teniendo en cuenta que el primer escrito de este tipo que versa sobre Jesús se hizo en el año 90 DC, por el propio Flavio Josefo, debemos señalar que ellos no fueron testigos directos, ni tan siquiera contemporáneos de Jesús. Lo que ellos atestiguan es el movimiento judeo-cristiano existente ya en su época, hecho que no es badalí. Teniendo en cuenta, los pocos años que habían pasado desde su muerte y el gran movimiento que se empezaba a generar, gracias en gran parte, a la gran peregrinación evangelizadora que hizo Saúl de Tarso (conocido por los cristianos como San Pablo, será motivo de otro escrito) Luego, es evidente que es muy difícil general todo aquel movimiento, a tan pocos años de su muerte, si de verdad no hubiese existido el personaje.
  • Es apartir del S. IV DC, concretamente en el Concilio de Nicea en el año 325, donde el emperador romano Constantino quiso oficializar la religión cristiana como religión única y oficial del imperio. Fue en ese momento, cuando el personaje de Jesús sufrió la mayor desviación de su realidad en toda su historia. Es por ello, que en los puntos precedentes hacía tanto incapié en los datos anteriores al año 325. Es en este concilio, donde el mencionado emperador reunió a los Obispo de las distintas secciones del cristianismo (unas sesenta se calcula en aquel tiempo) y les conminó a que se pusieran de acuerdo en una única línea, ya que en aquel momento, había una línea por cada sección. Unos decía que Jesús era un profeta, otros que era Dios, otros que ni profeta ni Dios, sino un hombre bueno y muy adelantado para su época. Después de estar los sesenta obispos allí reunidos y alojados a cuerpo de rey, con unos manjares servidos a cuenta del imperio durante una semana, Constantino se acercó y preguntó al representante si habían llegado a un acuerdo, a lo cual éste respondió que a ninguno de los puntos tratados inicialmente, Entonces el emperador, ávido en disciplina castrense, le contestó que él los iba a ayudar. Ordenó a sus tropas que no volvieran a entrar nin agua nin comida en la sala de reuniones hasta que su representante saliese anunciando que había acuerdo en todos los puntos. De lo contrario, el que saliese de la sala sin existir acuerdo, sería pasado por la espada. A las 24h se acordó todos los puntos, de ahí salieron las mayores falacias sobre Jesús y el cristianismo. Se le concedió estatus de Dios, se creó la Santa Trinidad para explicarlo; a su madre la declaran Virgen y con derecho a culto, lo declararon hijo único, se inventaron la adoración a santos (para mí, en ese punto y en el de la Santísima Trinidad, el cristianismo deja de ser una religión monoteísta). Se añadieron ritos de los antiguos egipcios y de los seguidores del Dios Mitra (religión mayoritaria en aquella época en la zona de Persia). Este tema será el objeto de un escrito futuro. Como pueden ver, las mayores aberraciones e invenciones sobre el personaje se crearon en este momento (de ahí la primera gran escisión del cristianismo, la Iglesia Ortodoxa que no estaba de acuerdo en lo que se pactó en el Concilio de Nicea, se separó de la rama Cristiana Católica). Por eso, considero mucho más puro todos los escritos y referencias anteriores a esta fecha, donde no ocultan la humanidad y esplendosidad de Jesús, la existencia de sus hermanos, y un largo etc... que también será motivo de otro escrito.
  • Volviendo a los S. I y II de nuestra era. Si los primeros escritores hubiesen querido inventarse un ser extraordinario, como es el caso que nos ocupa en el personaje de Jesús, hubiesen inventado un estereotipo lleno de virtudes y sin ningún defecto. No es lógico, que puestos a inventar y querer patrocinar, vaya a llenar de defectos a mi producto. Luego, aquí se deduce fácilmente que los primeros escritos (evangelios y demás) ya no hubiesen registrado a los hermanos de Jesús, ni sus imperfecciones, como que a veces entra en cólera fácilmente, que tuvo un acto de violencia pura en el Templo, que los apóstoles iban armados con espadas (recordemos los Santos Evangelios que nos relatan la aprehensión de Jesús en el Monte de Los Olivos, como narran que San Pedro sacó la espada y le cortó una oreja a un guardia del Templo y que posteriormente Jesús les dijo que guardase las espadas y le pegó la oreja al guardia, entre otras) Puestos a inventar, no hubiesen inventado a un Dios que fue torturado y crucificado por los humanos (vaya clase de Dios que se deja matar por un simple humano, no creen) hubiesen inventado cualquier otra historia más propagandística y acorde con un héroe-Dios, tipo las leyendas místicas griegas.
  • Con todo ello y queriendo concluir ya para no hacer la entrada demasiado larga al lector, quiero decir que para mí no cabe la menor duda de que existió el personaje llamado Jesús de Nazaret, que dista enormemente del Cristo Celestial que nos ha querido vender la Iglesia Cristiana (también sera objeto de un próximo escrito) y que encaja con lo que hoy podemos llamar el Jesús Histórico. Si quieren ver como fue de principio a fin la historia del Jesús verdadero, del que coinciden el 90% de los historiadores modernos sobre la materia, les invito a leer mi libro "El Santo Osario", seguidamente les paso el enlace de su página web: www.xus.jimdo.com

Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que leas mi obra "El Santo Osario" donde detallo mucho más todo lo que creo que pudo acontecer sobre el tema.










viernes, 20 de marzo de 2015

¿Estuvo casado Jesús de Nazaret?

LA NOTICIA:


Un papiro señala que Jesucristo estuvo casado

Día 19/09/2012 - 12.46h
Publicado por el diario ABC

Este documento del siglo IV podría formar parte de un evangelio apócrifo que menciona que el Mesías tuvo esposa aunque el Catolicismo lo niega

Un papiro señala que Jesucristo estuvo casado
Un fragmento de un papiro del siglo IV al que hasta ahora no se había prestado atención y que podría formar parte de un evangelio apócrifo hace una mención de Jesucristo y su esposa, lo que alimenta la teoría de que el mesías del cristianismo estuvo casado.
Un estudio publicado hoy por la profesora Karen King de la Harvard Divinity School, en Massachusetts, detalla que ese fragmento de papiro incluye la frase en copto, el lenguaje de los antiguos cristianos en lo que en la actualidad es Egipto: «Jesús les dijo, mi esposa ...».
Para King, que presentó sus conclusiones en el Congreso Internacional de Estudios Coptos en Roma, este antiguo papiro «aporta la primera prueba de que algunos de los primeros cristianos creían que Jesús había estado casado».
La tradición cristiana ha sostenido que Jesús no contrajo matrimonio, aunque la responsable de esta investigación sostiene que no hay evidencia histórica que sostenga esa afirmación, base de doctrinas como la católica.
La lámina, escrita por ambas caras, aunque solo una de ellas contiene líneas claramente legibles, es propiedad de un coleccionista anónimo que contactó a King entre 2010 y finales de 2011 para investigar lo que consideraba una prueba de que Jesús estuvo casado.
Las ocho líneas visibles del fragmento de cuatro por ocho centímetros escritas con tinta negra en copto demuestran la división de opiniones que existía en los comienzos del cristianismo sobre si se debía optar por el matrimonio o el celibato.
«Desde el comienzo, los cristianos estaban en desacuerdo sobre si era mejor no contraer matrimonio, pero no fue hasta un siglo después de la muerte de Jesús cuando comenzaron a disentir sobre el estado marital del Mesías para defender sus posiciones», asegura King, quien cree que estas líneas forman parte de un evangelio perdido.
Ese testamento, conocido por los investigadores como «Evangelio de la Esposa de Jesús», fue probablemente escrito originariamente en griego en la segunda mitad del siglo II y traducido posteriormente a la lengua de los coptos.

Harvard asegura que el papiro es auténtico

Un comunicado de la Universidad de Harvard añade que expertos como Roger Bagnell, director del Instituto para los Estudios del Mundo Antiguo, consideran que el fragmento de papiro analizado es auténtico de acuerdo con un análisis del soporte y la escritura.
Los investigadores desconocen el origen exacto del papiro, pero seguramente vino de Egipto, ya que está escrito en el egipcio que utilizaban los cristianos en esa zona durante el Imperio Romano, y forma parte de un códice.
Según King, en el fragmento analizado Jesús habla de su madre y de su esposa, a una de las cuales se refiere como «María». Además, los discípulos discuten si María es digna y Jesús contesta: "puede ser una de mis discípulos".
Aunque King reconoce que este fragmento no prueba la teoría de que Jesús estuvo casado con María Magdalena o si fue aceptada como discípulo, reaviva un debate que se ha dado desde los orígenes del cristianismo y que aún hoy perdura entre los que consideran que las mujeres pueden ser ministras de la fe.



MI OPINIÓN:




Aún poniendo entredicho la autenticidad del papiro y debido a la multitud de controversias generadas en el mundo científico y a la no unanimidad de criterios, polarizadas en tres vertientes que paso a detallar:
  1. El grupo de científicos que avalan la autenticidad del papiro. Después de haber realizado las pruebas con el radioisótopo carbono 14,  han datado el material con el que está hecho el papiro, en el sigo IV DC, escrito en copto (una de las antiguas lenguas de Egipto) que a la vez copió de una pergamino mucho más antiguo, datado en el S. II DC y escrito en griego. Para este grupo estamos ante el verdadero hallazgo de una fragmento del evangelio apócrifo que avalaría el matrimonio de Jesús.
  2. El grupo de científicos que  desmiente frontalmente lo  que ha expuesto el grupo anterior. Estos realizaron las pruebas del radioisótopo carbono 14 y datan el material del papiro entorno al S. VI DC, sin analizar la tinta utilizada para su escritura, alegando que seguro que es muy posterior. Es decir, que intencionadamente utilizaron en los siglos posteriores un trozo de pergamino del siglo anteriormente mencionado y lo escribieron posteriormente, creando así una burda falsificación. Debo decir, que este grupo está en clara minoría numérica en comparación con los del primer grupo.
  3. Los que no dudando de la autenticidad del documento, si ponen en duda que éste pueda suponer una prueba definitiva al hecho de que Jesús estuviese o no casado.
Debo decirles a los del primer grupo, que aun datando el pergamino en el S. IV DC, muestren la pruebas en que se basan para afirmar que algún escriba, al escribirlo,  copió, transcribió el documento de uno mucho más antiguo (datado en el S. II DC y escrito en griego) A los del segundo grupo, sencillamente que se hagan mirar la cuestión de que su posicionamiento no abarque más del cinco por ciento del mundo científico que se ha dedicado a estudiarlo y que antes de afirmar que un descubrimiento arqueológico o documental es falso debería poder tener más argumentos sobre la mesa que no simples conjeturas. A los del tercer grupo, decirles que si solo tomásemos como prueba documental este papiro, no sería suficiente para afirmar o desmentir el matrimonio del Mesías. Éste es solo una prueba más, de las que a mi juicio hay, que puedan afirmar tal hecho.
La prueba de que Jesús de Nazaret estaba casado y no solo eso, sino que lo estaba con María  Magdalena, queda evidenciado en no pocos evangelios apócrifos de una manera tajante y clara, sino también en los evangelios canónicos de una forma más sutil.
A parte de las menciones que se hacen a María Madalena (Mariham Magdala) en los evangelios apócrifos de Pedro y de la propia María Magdalena, tenemos los siguientes textos:
En al menos dos de los textos gnósticos coptos encontrados en Nag Hammadi, el evangelio de Tomás y el evangelio de Felipe, María Magdalena aparece mencionada como discípula cercana de Jesús, en una relación tan cercana como la de los apóstoles. En el evangelio de Tomás hay dos menciones de Mariham, que, según los estudiosos, hacen referencia a María Magdalena. La segunda mención forma parte de un pasaje enigmático que ha sido objeto de muy variadas interpretaciones. En uno de ellos habla claramente de que Jesús la besaba en la boca.
Lógicamente, no voy a transcribir todas las referencias de todos estos evangelios apócrifos para no hacer esta entrada eterna para el lector.
De los evangelios canónicos, se puede hacer referencia a los evangelios sinópticos en los cuales se habla constantemente del apóstol amado, uno de todos ellos que recibía un especial amor por parte de Jesús. De los mismos, también se pueden extraer varias conclusiones:
  • Acompañaba a Jesús allí donde fuere.
  • Estuvo a pie de cruz en el momento de su muerte, junto a su madre.
  • Fue la primera a la que se le apareció Jesús después de muerto y una vez resucitado.
Debemos analizar un poco más detenidamente estos tres puntos.
En primer lugar, que una mujer acompañara a Jesús allí donde fuere, era un caso del todo excepcional. No tenemos ejemplos de ningún otro caso en ninguno de los escritos que nos han llegado a nuestras manos. En un mundo de hombres, dirigido por hombres y donde las mujeres tenían un puesto totalmente excluido de la vida pública y dedicado, exclusivamente a labores domésticas y familiares. Se hace más notorio que únicamente ella fuera la única representante femenina que tuviese ese privilegio, muy a pesar de todos los discípulos, algunos con notorias y frontales críticas a tal hecho.
En segundo lugar, en una ejecución, las autoridades romanas no permitían que cualquiera pudiera estar a pie de cruz. De acuerdo que tenían una finalidad de dar a conocer escarmiento público (nos referimos a la mortus agravata, consistente en la crucifixión) pero eso no quiere decir que cualquiera pudiera estar en esa punto, en contacto con el ejecutado. El público debía ver la ejecución desde cierta distancia. Luego, es irremediable, analizar el significado del hecho de que en esa cercanía a la cruz se encontraran:  María su madre y María Magdalena. Fíjense que relación tan próxima une a la primera, y entonces a la segunda ¿cuál? ¿la de ser una simple amiga de la familia? ¿la de ser una simple seguidora de sus enseñanzas? ¿la de ser una discípula? A mi modo de ver no cabe ninguna duda. Estaba allí porque tenía una relación con él mucho más estrecha, mucho más familiar. Los romanos las dejaron pasar porque se trataban de su madre y su mujer (o llámenle compañera como algún evangelio apócrifo) Si cualquier seguidor o discípulo o amigo de la familia hubiese podido entrar en el recinto de la cruz, hubiese habido mucha más gente; situación, por otra parte, del todo prohibida en las normas romanas. Algunos, en una interpretación para poder justificar este hecho, alegan que los discípulos no asistieron a su muerte a pie de cruz por miedo a ser también condenados. Si los romanos les hubiesen querido condenar, también lo hubiesen hecho. No les hubiesen dejado irse de rositas en el Monte de los Olivos donde apresaron a Jesús. Por otra parte, también hubiesen podido ejecutar a María Magdalena, ya que era un hecho público que ella era una de sus seguidoras más fervientes. Según los evangelios, no se perdía ninguna de las actuaciones de Jesús, hecho que no se puede decir lo mismo de los demás Apóstoles. Por tanto, si los romanos la tenía a tiro al lado mismo de la cruz, ¿por qué no la ejecutaron a ella también como parte de aquel movimiento? Para mí, la hipótesis de que en el momento de la ejecución solo hubiese ellas dos y ningunos de los discípulos de Jesús, no se sustenta con esta argumentación sino con la que os he hecho referencia yo, la que os explica que los romanos tan solo dejaban aproximarse al ejecutado su familia más directa.
En cuanto al tercer punto, podría escribir páginas y páginas argumentando lo que os voy a explicar con un claro ejemplo (para no hacer esta entrada eterna para el lector). Si usted lo hubiesen ejecutado y suponiendo, en el hipotético caso, que pudiera resucitar. ¿A qué persona se le aparecería usted primero? Y me refiero a primero con la persona que pudiera ser para usted más importante incluso  que  su propia y desconsolada madre. ¿A una seguidora cualquiera? ¿a una discípula? La respuesta, con toda probabilidad, será que no y muchos de ustedes, por no decir  todos los que estén casados, será a su esposa, ¿no es así? Pues bien, todos los evangelios canónicos, los que se basa la Santa Madre Iglesia y que les otorga el beneficio de la verdad absoluta de cuanto le aconteció a Jesús, nos explican que a la primera persona a quien se le apareció una vez resucitado fue a María Magdalena.
Otra prueba para mí totalmente empírica es el trato que recibió María Magdalena por parte de la posterior iglesia católica. Como ésta no puede tolerar que Jesús estuviese casado dirigió una campaña de desprestigio, totalmente infundado, sobre La Magdalena, tachándola ,incluso, de prostituta. Hecho por el cual, ya han tenido que rectificar y pedir disculpas públicas. Reconocieron que no había ninguna prueba que avalara tal afirmación. Por tanto, ¿a qué era debido ese odio inicial infundado de la iglesia contra ella? ¿qué mal le había podido infligir? ¿por qué fue así su honor mancillado históricamente por la iglesia? Quizás las respuesta a todas esas preguntas sea sencillamente desprestigiarla y crear una imagen de ella totalmente distinta  al que tuvo en realidad, porque esa realidad no es la de mayor agrado por sus autoridades,  por no conjugar demasiado bien con la imagen de Cristo Celestial que la iglesia ha conformado del Jesús Histórico, del Jesús judío que piso la polvorienta Tierra Santa.

Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que leas mi obra "El Santo Osario" donde detallo mucho más todo lo que creo que pudo acontecer sobre el tema.

martes, 10 de marzo de 2015

Tumba de Talpiot, Jerusalén








¿Descubrieron de verdad la tumba, en Talpiot (Jerusalén) en el año l980, que dicen tantos investigadores que podría ser la tumba de Jesús de Nazareth y que es el inicio del thriller de aventura y misterio "El Santo Osario"?





Os invito a que miréis el documental de James Cameron colgado en youtube.












LOS DATOS:






La tumba de los diez osarios es la tumba donde, según el análisis científico de sus descubridores (Amos Kloner, Charles Pellegrino y Simcha Jacobovici) y la IAA (Autoridad de Antigüedades de Israel), se encuentran los restos de un Jesús hijo de José, que teóricamente sería Jesús de Nazareth. Fue descubierta el 28 de marzo de 1980 en Talpiot, Jerusalén. Desde entonces se ha investigado rigurosamente cada uno de estos Osarios, la tumba y el terreno donde está ubicada. Se obtuvieron no hace mucho análisis de ADN de los osarios, descubriendo así parentescos familiares directos, por lo que se sabe científicamente que los restos humanos que estaban enterrados en estos osarios pertenecían a la misma familia.



Ritos funerarios del S. I DC


Los Evangelios cuentan que el cuerpo de Jesús, después de haber sido crucificado, fue bajado de la cruz envuelto en lienzos perfumados y llevado a una tumba familiar perteneciente a uno de sus discípulos, José de Arimatea. Según las antiguas leyes judías, que siguen vigentes en la actualidad, los cadáveres tenían que ser inhumados en el suelo, antes del atardecer del día del óbito. Las tumbas cavadas en roca eran y son consideradas sepulturas "En el suelo". Los difuntos eran colocados en túneles preexistentes, cavados en las laderas. Durante la gran parte del siglo I DC. la mayoría de las tumbas de Jerusalén eran cuevas creadas por el hombre, talladas en roca sólida y situadas en el exterior de la muralla de la ciudad.
Normalmente las tumbas de la época constaban de dos cámaras donde en la primera cámara, la exterior, era depositado el cuerpo del difunto envuelto en un sudario blanco perfumado, y la segunda cámara era destinada para depositar, un año después de la muerte del difunto, sus huesos guardados en un osario

Nombres de los osarios:




Tumba de los Diez Osarios                                                     

  • Yehshúah Bar Yoshef (Jesús, h[ijo] de José)                                                            
  • Mariamne he Mara (Mariamne, la Señora)                                                                 
  • Yehudah Bar Yehshúah (Judas, hijo de Jesús)                                                        
  • Yosh(e) (José-Josá)                                                                                                       
  • Mar(í)ah (María-Marah)                                                                                                
  • Matithyahu (Mateo)                                                                                                     

  • Yehshúah Bar Yoshef (Jesús, H[hijo] de José).                                                          
  • Mariamne he Marah (Mariamne, la Señora).                                                               
Estos son los nombres que se encontraron gravados en seis de los osarios hallados. Otros sencillamente no llevaban ninguna inscripción y uno se da por robado con anterioridad a su descubrimiento oficial.
Cabe resaltar, la extrema coincidencia de la agrupación de los mismos en una misma tumba, en las afueras de Jerusalén, que estén datadas en el S. I DC por la prueba del Radioisótopo carbono 14 y que las pruebas de ADN confirmen que tienen todos relación por consanguinidad en primer grado (por tanto se trataban de padre, madre y los hijos de éstos).
Esta inscripción está escrita en arameo. En verdad en esta inscripción no hay una palabra clara para "hijo" pues la inscripción está gastada, pero la opinión general es que la letra "B" indica a la palabra aramea "Bar" que significa hijo, es decir; "Jesús, hijo de José". De todas las inscripciones catalogadas, se han hallado hasta ahora dos con la combinación "Jesús, hijo de José". Los descubridores de la tumba subrayan que el nombre “Jesús” es difícil de leer, y se inclinan por esta lectura debido al osario 80-501, que sí dice claramente “Judas hijo de Jesús”. Si se trata de una tumba familiar y hay un “hijo de Jesús” cabe esperar encontrar también al padre allí. Si la lectura es correcta, este sería el segundo osario con la inscripción “Jesús hijo de José” que se encuentra en el área; otro fue hallado por el profesor Sukenik en 1926, y en él se lee claramente “Jesús hijo de José”.
Esta inscripción es la única de la tumba que tiene un nombre griego griego, pero escrita en arameo. Es una forma del nombre "Mariamne", una versión griega de"María". De los "Hechos de Felipe", una obra apócrifa del siglo IV atribuida al apóstol Felipe (quien, según el texto, sería además el hermano de María Magdalena), que fue recientemente recuperado de un monasterio del monte Athos en Grecia, el profesor Fraçois Bovon (de la Universidad de  Harvard) ha determinado que el nombre real de María Magdalena era "Mariamne". Además, en los "Hechos de Felipe" y en el "Evangelio de María Magdalena", ésta es presentada como apóstol por derecho propio. La inscipción del osario llama a esta Mariamne, "he Mara" que significa "la amargura", pero también "la Señora", lo que le atribuiría una gran autoridad y estatus. Basándose en esto actualmente algunos revisionistas creen que realmente la auténtica promotora y fundadora del movimiento de Jesús de Nazareth fue María de Magdala (antigua ciudad Palestina) más conocida como María Magdalena.
Toda la cristiandad católica-ortodoxa, y aun la protestante, y la paraprotestante, que hay en la actualidad, niegan rotundamente tales conjeturas.
Esta inscripción está escrita en idioma arameo. La traducción literal al idioma español significa "Judas, hijo de Jesús". A pesar de las especulaciones no existe ningún escrito apócrifo o canónico, anterior a esta inscripción, que mencione o indique que Jesús de Nazaret tuviese un hijo.
Esta inscripción está escrita en hebreo. Este nombre un tanto extraño parece ser una contracción o diminutivo cariñoso del hebreo "Yoshef" (José). El nombre de José en la Judea del siglo I era muy popular. El evangelio de Mateo indica que Jesús tenía cuatro hermanos: Jacob (o Santiago), Judas, Simón y José. En el Evangelio de Marcos, que según la erudición moderna es el más antiguo de los evangelios del Canon, este último José es llamado en griego "ιωση" ("Iosē"). Curiosamente, al no escribirse las vocales en el arameo de esa época, bien la inscripción puede ser este nombre. Los religiosos discuten si eran auténticos hermanos, hermanastros, medio hermanos, o primos. Los estudiosos generalmente concuerdan en que todos ellos eran hermanos debido al uso de los términos griegos excluyente "adelfoi" y "adelfai", y no meros primos. Hasta la fecha, la inscripción de "Yosha-Yoshe" que aparece en la tumba de Talpiot es el único ejemplo de este nombre encontrado en un osario.
Esta inscripción está escrita en hebreo. Se cree que es una forma de "María", un nombre muy popular en ese tiempo, pero como en hebreo no se escribían las vocales, las letras aquí (MRH) pueden ser el nombre Marah (amargura). Además, de nombres como Mariam, al igual que sucedía con muchos otros, se adoptaron numerosas variantes. En fuentes literarias cristianas el nombre de la madre de Jesús siempre fue referido de una manera única: "María" (Versión latinizada del arameo "Mariam"). Encontrar una versión latina de un nombre hebreo y escrito con letras hebreas sería muy raro, de hecho, en varios miles de osarios descubiertos tan solo han sido encontradas ocho inscripciones de características similares.
Esta inscripción está escrita en hebreo. Es el nombre original en hebreo del nombre castellanizado "Mateo". Ningún escrito apócrifo o canónico, ni el propio evangelio atribuido a Mateo, dicen o indican de modo alguno, que el apóstol del mismo nombre fuera un pariente de Jesús. Sin embargo, la genealogía del Evangelio de Lucas 3:23-38 sí señala a varios "Matatías" (variante de Matithyahu) en su familia.

Investigación arqueológica:


El 28 de marzo de 1980 unos trabajadores de la construcción descubrieron este hallazgo al excavar los cimientos de un bloque de edificios en el Este de Talpiot. Lo que se encontró fue la cueva (Tumba) excavada en roca de unos dos mil años de antigüedad que contenía 9 osarios (Originalmente había 10, uno desapareció). Estos fueron supervisados por el arqueólogo israelita Amos Kloner. El sepulcro fue explorado por el inspector de antigüedades Yosef Gat, los arqueólogos Eliot Braun y Amos Kloner. Shimon Gibson realizó un croquis de la tumba.
Según el informe publicado por Kloner, la tumba tiene un patio de 4,2m de ancho y una antecámara de 2m x 2,4m, cuyo techo fue casi en su totalidad destruido por las topadoras. La fachada de la cámara mortuoria se hallaba en la pared norte de la antecámara y estaba decorada con una cornisa en forma de V invertida por encima de un círculo y una roseta incompleta. La entrada mide 43cm x 47cm y tiene una pestaña donde encajaría una piedra cuadrada a modo de cierre (Golal), que no pudo hallarse. La cámara medía 2,3m x 2,3m y tiene una altura apenas mayor de 1,5m. Había dos nichos (Arosolia), uno en la pared occidental y otro en la pared opuesta a la entrada. Estaban vacíos excepto por fragmentos de huesos. En la cámara principal se hallaron tres calaveras, vértebras y fragmentos óseos. Había seis osarios sin sus tapas, dos en cada una de las paredes excepto la de la entrada. En total se encontraron diez osarios. La mitad de ellos estaban decorados y la otra mitad lisos, sin decoración alguna. 
El grupo de Osarios estaba por encima del promedio en la proporción de los que tenían inscripciones (seis de los diez = 60%) y en que cinco de las seis inscripciones estaban en hebreo y una en griego, cuando la proporción general es cuatro en hebreo cada tres en griego. De acuerdo con la IAA (Autoridad de Antigüedades de Israel) seis de estos diez Osarios contienen los nombres: Jesús, Hijo de José, María, Madre de Jesús, José, Hermano de Jesús, Mateo, Mariamne, y Judas, Hijo de Jesús. El Arqueólogo Judeo-Británico Shimon Gibson elaboró los planos de la tumba y el académico israelí L.Y. Rahmani publicó en el año 1994 el "Catálogo de Osarios judíos" conteniendo los datos esenciales relacionados con los diez Osarios que fueron encontrados en la tumba de Talpiot. En lo que sigue se empleará la numeración según el sitio del hallazgo de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), según la cual los Osarios llevan los códigos IAA 80-500 a IAA 80-509.
Respecto a la "exploración" de Jacobovici, Kloner, el investigador original del sitio, la calificó de "descuidada, explotadora e irresponsable".
Respecto a las marcas cruciformes la opinión más actual de los arqueólogos es que este tipo de marca, que en verdad aparece en el 40% de los osarios encontrados en Israel, se usaba simplemente para alinear la tapa a manera de marcas de albañil. Esta interpretación está confirmada por la presencia, en otros osarios, de un asterisco en vez de una x en el mismo lado de la tapa de los osarios. Esta es la opinión de arqueólogos como L. Y. Rahmani, y Amos kloner. Rahmani las llama "Marca de dirección". Esta conclusión es compartida por la investigación sobre supuestas marcas de cruces cristianas sobre una serie de osarios judíos del profesor R. H. Smith.
Sin desmedro de lo anterior, otros académicos creen que los judíos no cristianos del tiempo de Jesús si usaban una “x” o un signo “+” como símbolo de protección. En todo caso, sólo sería una marca simbólica de protección, no una cruz basada en el martirio de Cristo. Por ejemplo, una inscripción hebrea, datada del 136 d. C., encontrada en Palmira, una antigua ciudad de Siria, contiene una inscripción hebrea encerrada entre dos “x”:
"X Una persona cuyo nombre es bendito por siempre. Engendrado por Shlomo, hijo de Nesa, hijo de Tsaïda, hijo de Baraq, por su salud y la de sus hijos. En el mes de Nisán del año 447 X"





El informe publicado por los arqueólogos, señala que la tumba tiene un patio de 4,2 m de ancho y una antecámara de 2 m x 2,4 m, cuyo techo fue casi en su totalidad destruido. La fachada de la cámara mortuoria se hallaba en la pared norte de la antecámara y estaba decorada con una cornisa en forma de V invertida por encima de un círculo y una roseta incompleta. Había dos nichos, uno en la pared occidental y otro en la pared opuesta a la entrada. Estaban vacíos excepto por fragmentos de huesos. 



Resultados de ADN                                                                






Los resultados son concluyentes y arrojan el parentesco directo de ellos en primer grado, a excepción de uno de ellos:


Por tanto, es lógico pensar que si no tienen relación de consanguinidad entre ellos, lo lógico es que fuesen esposos. Coincidiendo así, con la costumbre judía de aquella época de enterrar en la tumba familiar a los padres, hijos de estos y sus esposos o esposas.




















A parte de las referencias arriba indicadas, quiero añadir el artículo "Tumba de los Diez Osarios" publicado en la wikipedia, del cual he cogido una serie de datos e informaciones (algunas copiadas directamente) que he plasmado en este artículo. El enlace a dicha página es el siguiente: http://es.wikipedia.org/wiki/Tumba_de_los_Diez_Osarios firmado por varios autores y bajo la licencia libre:  http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html













MI OPINIÓN:







El descubrimiento de la tumba es real, no cabe la menor duda. Ahora, ¿es o no es la tumba de Jesús de Nazareth? Realmente, no podemos probar a ciencia cierta si lo es. Tan solo, podemos especular con los indicios razonables de que disponemos.




Los indicios razonables de los que os hablo no son otros que los nombres de los osarios que allí se encuentra. Tened en cuenta que el la sociedad judía del S. I, las familias eran enterradas en sepulcros familiares. Cada vez que se moría un miembro, se colocaba su cuerpo sobre una especie de mesa de piedra y cubierto con una sábana blanca. Se dejaba reposar allí durante un año y después se recogían sus restos y se colocaban dentro de un osario de piedra, gravando en él su nombre.



Se encontraron nueve osarios en la tumba de Talpiot (uno fue robado con anterioridad). Seis de ellos con inscripciones gravadas en ellos, cuyos nombres eran de lo más común en aquella tierra y época: María, José, Santiago, Miriam, Tomás, Jesús (Yeosua) etc... Es decir, que teniendo en cuenta tan solo los nombres, no nos puede revelar ninguna pista importante. Llegados a este punto, parémonos a pensar. ¿Cuántas posibilidades hay que todos esos nombres tan comunes coincidan en un cien por cien en los nombres que formaban la familia de Jesús de Nazaret según los evangelios gnósticos? Las posibilidades, ahora sí, son muy escasas, casi inexistentes, por reducidas que son. ¿Cuántas familias existieron en Jerusalén en el S. I DC cuyos seis miembros se llamaran exactamente como la familia de Jesús de Nazaret descrita en los citados evangelios y que además fuera gravada uno de ellos, el que está referenciado como Jesús, con la marca santa de los primeros judeocristianos?



Se han hecho estudios matemáticos sobre la concreción de esas posibilidades expresadas en números absolutos. No las he mencionado aquí, por creer que son del todo inexactas, ya que no se pueden conocer el número total de personas que ostentaban los nombres aquí tratados en el años 33 DC ni de la población absoluta de la comunidad judía (tenemos una estimación muy fiable, pero no su número concreto)



Los análisis, posteriores a su descubrimiento, que se hicieron, en los EEUU, sobre el radioisótopo carbono 14 y los de ADN, confirmar que todos son pertenecientes a una misma familia y que vivió en el S. I DC a excepción de Mariamne he Marah (Mariamne, la Señora). No cabe duda de que ésta era la mujer de unos de ellos. De lo contrario, carecería de toda lógica su entierro en una tumba familiar.



La mayoría de la gente se posiciona en dos bandos (muy pocos son los neutrales en este tema).

Los primeros, son los sensacionalistas. Los que quieren que la tumba sea el Santo Sepulcro a toda costa, sin importarles las contradicciones o las puras coincidencias y sencillamente especular con teorías sin fundamento empírico. Después, encontramos el segundo grupo, los cuales se aferran a la negativa obtusa y ciega a reconocer cualquier evidencia que pudiera llevarnos a relacionar la tumba con Jesús de Nazareth.
A los primeros, decirles que no se puede teorizar tan a la ligera y sin fundamentos sólidos. ¿Hay posibilidades de que sí lo fuese? Según un estudio matemático realizado por Andrey Feuerverger, profesor de estadística y matemáticas de la Universidad de Toronto, basado en las probabilidades, se databan estas en 1/300.000, es decir una posibilidad entre trescientas mil de que existiera una familia con toda esa combinación de nombres en Jerusalén en el año 33 DC (tengamos en cuenta que trescientos mil habitantes era  la población estimada del lugar y año) Dichos análisis están hechos sobre una estimación de número de total de nombres por habitante realizada un poco a ojo de buen cubero (ya que no tenemos un censo real de la época por nombres). Otra cosa muy diferente, son las sensaciones o "feelings" que uno sienta y crea porque una dato es cierto, si se ha podido descubrir las tumbas de Tutankamón, de Alejandro magno y de Saladino, ¿por qué no se podría encontrar la de Jesús de Nazareth.
A los segundos, decirles que no se puede cerrar los ojos a las investigaciones, en general, realizadas sobre documentos históricos o descubrimientos arqueológicos y que la versión de la historia de Jesús no está monopolizada por los representantes de la Iglesia Católica (incluso ésta está plagada de falacias e interpretaciones, a todas luces, incoherentes de los textos) Si algún día se confirmase el hallazgo de la tumba de Jesús o su cuerpo eso no significaría que sus valores y creencias se vieran amenazados. Podrían seguir creyendo el el Cristo Celestial igualmente. No invalidaría la resurrección tan ensalzada por los cristianos. El descubrimiento del cuerpo no significaría que el alma hubiere resucitado y se encontrase en otro lugar distinto a este mundo. Se debe pensar que en los evangelios canónicos se recoge la resurrección del cuerpo y alma de Jesús, ya que esa era la forma que tenían los judíos de aquel tiempo de ver la vida después de la muerte. El cuerpo debía revivir junto con el alma para resucitar entre los muertos, es por ello que en los evangelios se relata de esa forma. Cuestión ésta,  totalmente desfasada en el pensamiento actual, incluso por los más radicales pensadores y filósofos cristianos, los cuales piensan que el alma puede pervivir anteponiéndose a la descomposición física del cuerpo.
Ante la tesis, la cual defiende, que la especial cualidad de Jesús, por ser éste el Hijo de Dios, es la clara excepción a esta regla y que él si pudo y debió resucitar en cuerpo y alma; tan solo les remito al pensamiento de esos mismos filósofos precristianos, los que impulsaron sus pensamientos desde las filas de los filósofos que impulsaron el pensamiento  y controversia arriana plasmada el el I Concilio de Nicea. En resumidas cuentas y con una gran síntesis, su conclusión se basa en que Jesús de Nazareth era medio hombre medio Dios. Su alma era la parte de Dios que había descendido a la tierra y se había encarnado en un cuerpo mortal (de ahí su medio hombre) Conclusión que llegaron al intentar resolver la cuestión de que si Jesús era Dios, como los hombres habían podido matar a un Dios y de aquella forma tan horripilante. Para salvar ésta y otras cuestiones, idearon esta teoría: los hombres (soldados romanos) solo habían podido matar la parte humana de Jesús (su cuerpo) y no su alma (Dios). Luego si en base a los filósofos más radicales en el pensamiento cristiano, entendemos que el cuerpo de Jesús era totalmente humano y que su única divinidad provenía de su alma. ¿Por qué no puedo quedarse su cuerpo entre nosotros? ¿por qué no ha podido ser hallado en la Tumba de Talpiot?
Tengamos en cuenta que, a día de hoy, 17 de marzo de 2015, una sola inscripción de dos letras "MC" sobre los restos carcomidos de madera de un ataúd y la coincidencia en la época de la muerte del difunto con la década que se cree que murió Miguel de Cervantes han bastado para afirmar científicamente que han hallado su tumba. La afirmación de los científicos fue que no había ninguna prueba sólida, pero que las coincidencias eran muchas y las discrepancias ninguna. Y me pregunto yo ¿No buscaban a un hombre manco y con seis dientes? Que parece ser que era el indicio más sólido que buscaban, ya que no se esperaba encontrarle con el DNI. Pues bien, ni lo uno ni lo otro. han encontrado restos muy pequeños de fragmentos de huesos junto con algunas esquirlas de los mismos, mezclados con restos de otras personas. Todo dentro el mismo nicho. Pues fíjense bien, con las iniciales y la década de la muerte, tenemos unos científicos que afirman que ya tienen el cadáver y el lugar de enterramiento de Miguel de Cervantes. Menos mal que no fueron, estos mismos científicos, los que analizaron la tumba de Talpiot, porque sino vaya usted a saber con que nos salen...Igual hubiesen encontrado el cuerpo de Moisés  junto a la Sagrada Familia. 






Me remito al comentario que os he hecho justo empezar esta opinión, la certeza, la prueba absoluta no la tenemos. Tan solo, nos queda poder leer entre líneas y sacar, cada uno, la conclusión más plausible que encuentre y que esperemos que los descubrimientos arqueológicos y la ciencia arrojen más luz sobre este y otros temas.

Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que leas mi obra "El Santo Osario" donde detallo mucho más todo lo que creo que pudo acontecer sobre el tema.