miércoles, 10 de junio de 2015

Los cristianismos vencidos por la versión Paulina






Los cristianismos vencidos por la versión Paulina


SANTIAGO EL JUSTO:


Santiago el Justo, (hebreo: יעקב; griego Iάκωβος) Murió el año 62 de la era cristiana. En la etimología hebrea "Yaakov" es variante de "Yaaqob" el nieto de Abraham (Abraham, Isaac, Jacob), algunos afirman que significa "Suplantador", esto por suplantar a su hermano Esaú. Sin embargo, para otras etimologías es "Sostenido por el talón" , ya que la palabra hebrea para "talón" es "akev". La palabra hebrea para "mano" es "yad" y es representada por la letra hebrea "y" que se pronuncia "yod" y que significa "mano". Es decir que el nombre Jacob no significa "suplantador", sino simplemente "mano en el talón".
En la Biblia es simplemente llamado Jacobo, o Santiago que es una derivación de "San Jacobo" (Sancti Iacob).
 

Vida

Descubriendo a Santiago

Para identificar fielmente quien es realmente Santiago el Justo, y al mismo tiempo saber quien era Santiago el Mayor y diferenciarlo de Santiago el Menor, veámos su procedencia.
Mateo nos dice que hay dos apóstoles llamados Santiago (Jacobo en la biblia Reina Valera) y ninguno de ellos es hijo de José, ni hermano de Jesús:
Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
Mateo 10:2-4
Lucas nos confirma lo mismo, el primero sería llamado Santiago el Mayor y el segundo como Santiago el Menor.
Simón, a quien también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón al que llamaban el Zelote, Judas hermano (hijo) de Jacobo, y Judas Iscariote, que llego a ser traidor.
Lucas 6, 14-16
Marcos nos dice:
A Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; a Jacobo, hijo de Zebedeo, a Juan hermano de Jacobo, a quienes puso por sobrenombre Boanerges, que es, Hijos del trueno; a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Jacobo, hijo de Alfeo, a Tadeo, a Simón el cananita, y a Judas Iscariote, el que le entregó.
Marcos 3:16-19
Sabiendo que hay dos apóstoles llamados "Santiago" y que ninguno es hermano de Jesús, recurrimos a Marcos el cual nos hace ver la diferencia entre los dos apóstoles llamados "Santiago" y de "Santiago el Justo".
Cuando Jesús aún no principiaba su ministerio, era carpintero como su padre, y fue reconocido por las personas donde había crecido y vivido hasta los 30 años. Por esta razón no creían que El fuera el tan anhelado Cristo que esperaban, sino más bien pensaban que sólo era uno más de ellos:
¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
Marcos 6:3
Pablo de Tarso le llama Santiago el hermano del Señor.
Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.
Gálatas 1:18-19
Aunque el acierto más favorable que nos indica que era realmente el hermano de Jesús viene de los escritos no bíblicos del historiador Flavio Josefo, ya que, al no ser cristiano no llamaría hermano a alguien que realmente no lo fuera. Esto confirma a lo que Marcos nos decía. (referencia en la sección que sigue)

Su Muerte[editar]

Josefo nos ilustra la muerte del hermano de Jesús en manos del sumo sacerdote Anás ben Anás o Ananus (Ananías), hijo del Anás bíblico, el cual no es el Ananías ben Nebedeo que enjuició al Apóstol Pablo:
Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, hermano de Jesús, quien era llamado Cristo, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados.
La historiografía data este evento en el año 62.
Hegesipo, historiador del siglo II nos confirma la historia de Josefo, pero Hegesipo nos cita a Eusebio de Cesarea en Historia eclesiática 2:23; él nos dice más exactamente que Santiago el Justo no alcanzó a ser apedreado, sino que fue lanzado al precipicio:
Santiago era llamado El Justo. La gente estaba segura de que nunca había cometido un pecado grave. Jamás comía carne, ni tomaba licores. Pasaba tanto tiempo arrodillado rezando en el templo, que al fin se le hicieron callos en las rodillas. Rezaba muchas horas adorando a Dios y pidiendo perdón al Señor por los pecados del pueblo. La gente lo llamaba: El que intercede por el pueblo. Muchísimos judíos creyeron en Jesús, movidos por las palabras y el buen ejemplo de Santiago. Por eso el Sumo Sacerdote Anás II y los jefes de los judíos, un día de gran fiesta y de mucha concurrencia le dijeron: "Te rogamos que ya que el pueblo siente por ti grande admiración, te presentes ante la multitud y les digas que Jesús no es el Mesías o Redentor". Y Santiago se presentó ante el gentío y les dijo: "Jesús es el enviado de Dios para salvación de los que quieran salvarse. Y lo veremos un día sobre las nubes, sentado a la derecha de Dios". Al oír esto, los jefes de los sacerdotes se llenaron de ira y decían: "Si este hombre sigue hablando, todos los judíos se van a hacer seguidores de Jesús". Y lo llevaron a la parte más alta del Templo y desde allá lo echaron hacia el precipicio. Santiago no murió de golpe, sino que rezaba de rodillas diciendo: "Padre Dios, te ruego que los perdones porque no saben lo que hacen".

Columna de la Iglesia Primitiva

Santiago el Justo (aunque algunos alegan que se trata de Santiago el Menor) fue "una de las tres columnas de la iglesia primitiva en Jerusalén". Sabemos que en realidad llegó a ser obispo de dicha iglesia en ese entonces y alguien muy importante e influyente, tanto es así, que como representante de la Iglesia Primitiva tuvo que dar la cara con su vida.
Por eso, Santiago, Pedro y Juan —considerados como columnas de la Iglesia— reconociendo el don que me había sido acordado, nos estrecharon la mano a mí y a Bernabé, en señal de comunión, para que nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de los judíos.
Gálatas 2:9
La historiografía nos dice que la epístola de los Gálatas se escribió entre los años 50 y 56, cuando Santiago el Mayor ya había muerto en el año 44 y Santiago el Justo llega a ser como dice Pablo "una de sus columnas". Desde la muerte de Santiago el Mayor, Pablo sólo le dice "Santiago", una sola vez dijo "Santiago el hermano del Señor" para diferenciarlo, pero ya no tendría que hacerlo más, ahora no hay que diferenciarlo de nadie pues Santiago el Justo es el único que está en Jerusalén según nos confirma el mismo Pablo y es donde muere a manos del hijo del famoso Anás bíblico, Anás ben Anás.

Creencias

Fue una figura importante del cristianismo primitivo. Según la tradición, tras la muerte de Jesús se convirtió férreamente al cristianismo ya que antes no creía que fuera el Cristo, según nos cuenta Juan quien era muy cercano a Jesús:
Entonces sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. Pues nadie hace algo en secreto cuando procura darse a conocer. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en Él.
Juan 7:3-5
Y luego dice:
Pero cuando sus hermanos habían subido, entonces Él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto.
Juan 7:10
Aquí se descarta que no fueran sus hermanos, ya que, el término "hermano" es considerado a alguien que comparte la fe, y definitivamente los "hermanos" que se citan arriba no compartían esta fe ni creían en El. Este versículo se une al de Marcos (Marcos 6:3) donde nos relata sobre los cuatro hermanos que tenía Jesús.
Hemos visto la influencia de Santiago el justo en el Jerusalén Primitivo, pero, sin duda que nada hubiera sido posible sin la aparición personal de Jesús a Santiago, quien después cree con todo su corazón y pasa horas orando intercediendo por el pueblo. Pablo nos habla sobre este episodio:
y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Simón Pedro, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles.
1 Corintios 15:4-7

La Epístola de Santiago

La tradición cristiana y algunos expertos le atribuyen igualmente la autoría del escrito neotestamentario conocido como la Epístola de Santiago, mientras que otros rechazan esta hipótesis.
Los entendidos y estudiosos del tema dicen que el autor más fuertemente probable es "Santiago el Justo" el hermano del Señor, ya que, Santiago el Mayor que en si era más importante pues era discípulo directo de Jesús murió el año 44 (ver muerte de Santiago el Mayor) y desde entonces Santiago el Justo (aunque algunos alegan que se trata de Santiago el Menor) tomó el liderazgo de la Iglesia Primitiva siendo "una de las tres columnas", como dijo Pablo, y quedándose en Jerusalén hasta su muerte. Con todo eso, la epístola está dirigida a "todas las tribus de Israel en la dispersión" Santiago 1:1, de hecho, por esta razón se le considera como el Obispo, por que está en la ciudad donde nace el cristianismo, Jerusalén, y le escribe a los dispersos, su preocupación era tal, que dice Hegesipo que pasaba horas orando intercediendo por su pueblo (ver referencia). Se puede notar aquí como empieza su epístola: "Siervo de Dios y del Señor Jesucristo", donde, ya no reconoce a Jesús como su hermano, sino espiritualmente, y además se hace su siervo. (Santiago 1:1)
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
A la muerte de Santiago el Mayor hechos 12:2, Pablo sólo le empieza a llamar "Santiago", porque, no era necesario diferenciarlo de ningún otro "Santiago" como lo hizo en Hechos 12:2(Santiago hermano de Juan), ya que es el único "Santiago" que queda en Jerusalén hechos 12:17; ver que las referencias son del mismo capítulo 12 donde al principio relata la muerte de Santiago el Mayor y luego menciona a "Santiago el Justo", el que menciona Pablo, una de las tres columnas de la Iglesia Primitiva.

La Confusión

Se sabe que para algunas culturas es confundido con Santiago el Menor. De hecho es tanto así que Santiago el Justo siendo obispo de la iglesia primitiva, se ve a Santiago el Menor ocupando este lugar, al final del artículo de Santiago el Menor se verá la fecha en que se dice ser obispo y coincide con la muerte de Santiago el Justo.

Controversia

Según algunos autores contemporáneos,1 sería hijo de José y de María, y hermano de sangre de Jesús. Otros autores defienden la tesis de que era hijo de un matrimonio anterior de José. Aquellos que defienden la virginidad de María no sólo en la concepción de Jesús, sino también por el celibato que debió haber tenido María tras el nacimiento de Jesús, identifican a Santiago "el hermano del Señor" con Santiago el Menor o con un primo u otro pariente, algo que era común en el lenguaje arameo y hebreo. Además, un texto tan antiguo como el Protoevangelio de Santiago, atribuido a este santo, ya da por hecho la virginidad de María y establece un parentesco diferente para Santiago.

Nuevo Testamento

Las apariciones que Santiago el Justo tiene en el Nuevo Testamento son todas las que siguen a Hechos 12:1, ya que fue ahí donde Santiago el Mayor muere, ya que éste es considerado mayor que Santiago el Justo al ser discípulo directo de Jesús y estar los tres años con El en su ministerio.
Hechos 15:13-21 Aquí está hablando al pueblo.
Gálatas 2:11-18 Aquí se le menciona también en relación con una situación conflictiva entre Pablo y Pedro.
Las demás referencias no se han puesto porque ya se expusieron desde el inicio de éste artículo.

Restos mortales de Santiago

 
A finales del siglo XX saltó a las páginas de los periódicos la noticia de que había aparecido un osario de piedra caliza del tiempo de Jesús, procedente de Jerusalén, con la inscripción aramea "Ya'aqob bar Yosef ajui di Yeshúa" (Jacob – o lo que es lo mismo, Santiago –, hijo de José, hermano de Jesús – o Josué –). Lo da a conocer un estudio realizado por André Lemaire, especialista en paleografía de la Escuela Práctica de Altos Estudios de París y publicado en el número (noviembre/diciembre de 2002) de la "Biblical Archaeology Review".
El osario ha sido datado por los arqueólogos en el año 63 de nuestra era. La inscripción está grabada en una de sus caras laterales, escrita en arameo, con un tipo de letra que se utilizó entre los años 10 y 70 d. C. Según los editores, se trataría del enterramiento de Santiago, al que se cuenta entre los "hermanos de Jesús" en el Evangelio de San Mateo (Mt 13, 55) y en la Epístola a los Gálatas (Ga 1, 19).
En Jerusalén se utilizaba durante el siglo I ese tipo de recipientes. Entonces estaba extendida la práctica de depositar los cadáveres en una tumba excavada en la roca, y al cabo de unos años reunir los huesos en un osario de piedra o cerámica, que llevaba inscrito el nombre del difunto. Se han encontrado varios centenares. Hasta ahora el personaje más conocido cuyos restos han aparecido en uno de estos recipientes era Caifás, el que fue Sumo Sacerdote, y cuyo osario salió a la luz en Jerusalén en 1990 cuando quedó al descubierto un cementerio al remover tierras para la construcción de una avenida.
Alrededor de la autenticidad del osuario, conocido como "Osuario de Santiago", se formó un enorme debate jurídico.2 3 En el año 2002 fue exhibido en Toronto como auténtico por parte del Lemaire. En marzo de 2003, cuando el osuario regresó a Israel, fue confiscado por el Instituto de Antigüedades de Israel y en junio de 2003 un comité de expertos declaró que la inscripción era una falsificación. El propietario del osuario Oded Golan fue detenido por la policía Israelí desde 2003 y sólo un año después en diciembre de 2004 fue demandado junto con otras cuatro personas por supuesta falsificación de la parte de la inscripción que dice "hermano de Jesús". Los cargos fueron retirados a 2 de los acusados, pero el otro se declaró culpable de un delito menor no relacionado con la acusación principal. El juicio contra Oded Golan y Robert Deutsch duró 7 años, contó con declaraciones de 126 expertos que produjeron más de 12.000 páginas de argumentos en favor y en contra, hasta que el 14 de marzo de 2012 el juez Aharon Farkash determinó inocencia respecto a falsificación diciendo que los demandantes habían fallado en probar que Golan o alguien obrando a nombre de él hubiera falsificado la inscripción. El juez también dijo que el debate sobre la autenticidad de la inscripción podía continuar en círculos académicos pero lamentó que unas pruebas realizadas por la policía Israelí dañaron la inscripción haciendo eventualmente imposible realizar estudios posteriores. El osuario le fue devuelto a Oded Golan --quien estuvo detenido en prisión domiciliria al menos 18 meses por este caso-- en noviembre de 2013, él planea exhibirlo en algún museo de Israel.
No cabe duda, que de toda las versiones cristianas que se engendraron a partir de la muerte de Jesús de Nazaret, tan solo podía perdurar una y más después de que el emperador Constantino quisiera convertirla en la religión oficial del Estado Romano. La victoriosa, sobre las demás, fue la Paulina. La peculiar reinterpretación que hizo Pablo de Tarso y que es la que ha engendrado la Iglesia Cristiana actual.

martes, 9 de junio de 2015

Judeocristianos VS Primeros cristianos paulinos.







Judeocristianos:



Judeocristianos es el nombre que ha dado la historiografía moderna a aquellos cristianos de los primeros siglos después de la muerte de Jesús que optaban por una visión no rupturista del cristianismo en relación al judaísmo, al contrario de las tesis de Pablo de Tarso que apostaban por romper con el judaísmo y que el cristianismo conformase una nueva religión. La visión de Pablo de Tarso es la que finalmente triunfó y la que queda reflejada en el Nuevo Testamento, que se escribe cuando las tesis de Pablo de Tarso ya han triunfado sobre las demás (a partir del año 70 d. C.).
Estos judeocristianos, liderados por algunas figuras tan importantes como Santiago el Menor (considerado a menudo como hermano de Jesús) fueron muy importantes especialmente en el siglo I d.C. en Judea y sobre todo en Jerusalén, donde residía una gran comunidad.
Al ser partidarios de no romper con las tradiciones judías, apoyaban el uso de la circuncisión, eran partidarios de respetar el Sabat y seguían en general los preceptos de la Ley de Moisés.
Los judeocristianos tuvieron duros enfrentamientos con los cristianos seguidores de Pablo de Tarso (llamados paulinos), que eran partidarios de romper totalmente con el judaísmo, para, entre otras cosas, poder difundir mejor el mensaje de Jesús, pues el rechazo que causaba todo lo relacionado con el judaísmo en el mundo de la Antigua Roma, hacía muy difícil difundir el mensaje de Jesús si éste tenía alguna relación con los judíos.
La Gran Revuelta Judía contra los romanos que se sucedió entre los años 66 y 73 d. C. en Judea, provocó que gran parte de la comunidad judeocristiana se viera obligada a dispersarse y a esconderse en zonas periféricas del Imperio Romano. Esto provocó que quedaran aislados de los centros de poder del mundo cristiano y que sus ideas fuesen superadas por las de Pablo de Tarso. A pesar de que hay indicios de que los judeocristianos pervivieron durante los siguientes siglos, su posición fue muy minoritaria y se fueron diluyendo ante el poder de una Iglesia católica que había aceptado los principios paulinos de ruptura con el judaísmo. El cristianismo se convirtió así en una religión totalmente diferenciada de la judía a pesar de que Jesús nunca trató de romper con el judaísmo, sino que predicó por la vuelta a los orígenes del mismo ante la corrupción de sus dirigentes.
 
 

Cristianismo primitivo


Cristianismo primitivo o paleocristianismo es periodo de la historia del cristianismo anterior al Primer Concilio de Nicea (año 325). Se divide habitualmente en dos fases: el período apostólico (siglo I) y el período preniceno (siglos II, III y comienzos del IV). Para el periodo posterior, en que el cristianismo pasa a ser la religión oficial del Imperio romano, se utilizan denominaciones como cristianismo bajoimperial; y, más adelante, cristianismo medieval.
Los primeros cristianos, tal como son descritos en el Nuevo Testamento (especialmente en Hechos de los Apóstoles), eran judíos, ya fuera de nacimiento o por conversión, para los cuales se utilizaba el término bíblico "prosélito", y denominados por los historiadores como judeocristianos. Hechos de los Apóstoles y la Epístola a los Gálatas recogen que la primera comunidad cristiana estaba centrada en Jerusalén y entre sus líderes estaban Pedro, Santiago y Juan. Pablo de Tarso, tras su conversión al cristianismo, reivindicó para sí el título de "Apóstol de los gentiles". La influencia de Pablo en el pensamiento cristiano es reconocida como más significativa que la de cualquier otro escritor del Nuevo Testamento.[ Hacia el final del siglo I, el cristianismo comenzó a ser reconocido interna y externamente como una religión diferente del judaísmo rabínico, el cual se refinó y desarrolló con posterioridad a la destrucción del segundo templo de Jerusalén.
Tal y como aparece recogido en numerosas citas del Nuevo Testamento, así como en otros textos cristianos del primer siglo de nuestra era, los primeros cristianos generalmente utilizaban y reverenciaban la Biblia Judía como su libro sagrado, fundamentalmente a través de las traducciones griegas (Septuaginta) o arameas (Targum), buena parte de las cuales están escritas en forma narrativa donde "en la historia bíblica Dios es el protagonista, Satán (o las personas o poderes malignos) son el antagonista, y el pueblo de Dios es el agonista".
A medida que el canon del Nuevo Testamento se desarrolló, las Cartas de San Pablo, los Evangelios canónicos y varios otros textos fueron también reconocidos como escrituras y textos sagrados para ser leídos en la iglesia. Las cartas de Pablo, especialmente la Epístola a los Romanos, establecieron una teología basada en Cristo antes que en la Ley Mosaica, pero la mayor parte de las denominaciones cristianas todavía consideran las "prescripciones morales" de la Ley Mosaica, como los Diez Mandamientos, el Gran Mandamiento y la Regla de Oro como relevantes. Los cristianos primitivos demostraron un amplio catálogo de creencias y prácticas, buena parte de las cuales fueron posteriormente rechazadas como heréticas.

 

Historia



Las comunidades primitivas del cristianismo surgen como una secta apocalíptica del judaísmo (Hechos 24:5) a la que los historiadores denominan judeocristianismo. Estos primeros cristianos se llaman a sí mismos "Nazarenos" o "los del Camino". Los primeros cristianos acuden a las sinagogas, como todos los otros grupos dentro del judaísmo tradicional (época del segundo templo). Su proclama es de tipo profético y enseñan que Yeshua el Nazareno, Jesús de Nazaret, es el Mesías anunciado por los profetas. A Jesús, a quien las autoridades romanas y judías habían crucificado, Yahve lo ha resucitado. Como regla de vida enseñan la Torá y las obras del Espíritu Santo, según las enseñanzas de Jesús.
La primera parte de este período, durante la vida de los Doce Apóstoles, se denomina Período Apostólico. Luego de la resurrección de Jesús, los Apóstoles se dispersaron fuera de Jerusalén y la labor misionera del primer cristianismo lo expandió a diferentes ciudades del mundo helénico e incluso más allá del Imperio Romano. Los primeros cristianos sufrieron persecuciones esporádicas como consecuencia de su rechazo al culto imperial del emperador como divinidad. La persecución aumentó en Asia Menor hacia el final del siglo I,[7] así como en Roma en las postrimerías del Gran incendio de Roma en el 64 d. C.
Durante el Período Preniceno que siguió al Período Apostólico, surgió simultáneamente una gran diversidad de visiones, siendo significativa la presencia de características unificadoras entre ellas que no habían existido en el anterior Período Apostólico. Entre estas tendencias unificadoras se encuentran el rechazo del judaismo y de las prácticas judaicas. El cristianismo primitivo se fue separando gradualmente del judaismo durante los dos primeros siglos de nuestra era hasta establecerse como una religión predominantemente de gentiles en el ámbito del Imperio Romano.
De acuerdo con Will Durant, la Iglesia cristiana prevaleció sobre el paganismo porque ofrecía una doctrina mucho más atractiva y porque los líderes de la iglesia se dirigieron a las necesidades humanas mejor que sus rivales. Sin embargo, esta explicación no es suficiente para los cristianos, quienes ven allí más bien el cumplimiento del mandato y la promesa de Jesús a sus apóstoles, al finalizar el evangelio de Mateo (28: 18-20): "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.".

Comunidades paulinas

Aunque la evangelización de paganos ya se había iniciado antes de la conversión de Pablo de Tarso en el año 36, es éste quien impulsa la propagación del cristianismo, comenzando por Arabia y Damasco, pero será en el año 45, con el inicio de su primer viaje misionero, cuando se empezará a propagar ampliamente el cristianismo.

Año 50

En el año 50, surge la tensión entre las tendencias judías tradicionales y los creyentes gentiles (no judíos) convertidos al cristianismo primitivo provenientes de las comunidades palestinas. Llega a un momento de crisis y confusión, lo cual ocurre al no saber si a los nuevos creyentes de origen gentil (no judío) les corresponde el observar la Ley al igual que al pueblo hebreo. Esta disputa (Hechos 15) es resuelta en el Concilio de Jerusalén.

Década del año 50

Hacia el año 51, Pablo de Tarso escribe la Primera Carta a los Tesalonicenses dirigida a la comunidad de Tesalónica, fundada en el año 50. Este es el texto más antiguo del Nuevo Testamento. Ya se definen por escrito algunos de los dogmas más importantes del cristianismo.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (1 Tes 1, 1)
Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. (1 Tes 1, 6)
... cómo abandonando los ídolos, os volvisteis al Dios vivo y verdadero, y vivir guardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. (1 Tes 1, 9b-10)
No se nombra en todo el Nuevo Testamento a la Santísima Trinidad. Sin embargo, en esta carta se habla del Espíritu Santo, de Dios Padre y de su Hijo. De la afirmación monoteísta de un solo Dios vivo y verdadero. De la esperanza en la segunda venida de Jesucristo y de su papel redentor. Se da a Jesús el título de Señor, que era habitualmente utilizado para dirigirse al dios nacional en los países del entorno de Judea (Egipto, Mesopotamia, etc.).
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con Él. (1 Tes 4, 13-14)
Se afirma la creencia en la resurrección de los muertos. Creían en esos momentos que la segunda venida de Cristo era inminente. Se preocupaban y entristecían porque algunos seres queridos morían sin haber visto llegar a Jesucristo en la gloria del final de los tiempos. Por esta razón, Pablo continuó:
Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues Él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tes 4, 15-17)
Durante el tercer viaje de Pablo de Tarso, el Apóstol escribe la mayoría de su obra epistolar. Tradicionalmente esta etapa se data de los años 54 a 57, en tanto que las posturas revisionistas tienden a ubicarla entre los años 51 y 54. En esa etapa de su vida, Pablo escribió buena parte de su obra epistolar: la Carta a los gálatas, la Carta a los filipenses, dirigida a la comunidad de Filipo, fundada hacia el año 49, la Carta a Filemón y la Carta a los romanos. Esta última está datada de los años 55 a 58.

Años 70-100. Redacción de los evangelios

Diversos relatos originados entre los años 28-30 y los años 70, se transmiten de forma oral o escrita. Son recopilados y reelaborados por los evangelistas, que los insertan en un marco geográfico con bases históricas, dando lugar a los Evangelios.

Años 70: Evangelio de Marcos

El estudio crítico del Evangelio según Marcos ha aportado en los últimos años datos acerca de las características de las primitivas comunidades cristianas.

Años 80: Evangelios de Mateo y Lucas

En el Evangelio según Mateo se observa la relación conflictiva de la primitiva comunidad cristiana con los fariseos que habían escapado a la destrucción de Jerusalén. El Evangelio según Lucas muestra ciertas características de las comunidades cristianas procedentes del paganismo.

Final del siglo I

El Evangelio según Juan, las cartas y el libro del Apocalipsis aportan algunos datos del final del siglo I y principios del siglo II, que estuvo marcado por las persecuciones romanas


Bibliografía

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http://es.wikipedia.org/wiki/Judeocristianos