LA SÁBANA DE TURÍN (EL SANTO SUDARIO)
DOCUMENTACIÓN:
El Sudario de Turín —también conocido como la Síndone, la Sábana Santa o el Santo
Sudario— es una tela de lino que
muestra la imagen de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión.1 Se encuentra ubicado en la capilla real
de la Catedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia).
El sudario
mide 436 cm × 113 cm. Los orígenes del sudario y su figura son objeto
de debate entre científicos, teólogos, historiadores e investigadores. Algunos
sostienen que el sudario es la tela que se colocó sobre el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro, y que el
rostro que aparece es el suyo. Otros afirman que este objeto fue creado en la Edad Media.2 La Iglesia católica no ha manifestado oficialmente su aceptación
o rechazo hacia el sudario, pero en 1958 el papa Pío XII autorizó la imagen en relación con la devoción católica hacia la Santa Faz de Jesús.3 En 1988 la santa sede autorizó la
datación por carbono-14 de la sábana, que se realizó en tres
laboratorios diferentes, y los tres laboratorios dataron la tela entre los
siglos XIII y XIV (1260-1390).4 La Iglesia católica aceptó la datación realizada,5 sin retirar el culto al objeto por
representar algo, de la misma manera que se reza ante una cruz de madera por lo
que representa.
La imagen de la sábana se puede apreciar más claramente en negativo, debidamente contrastado, que en el color sepia original. La
imagen en negativo fue contemplada por primera vez en la noche del 28 de mayo de 1898, en el reverso de la placa fotográfica del fotógrafo amateur Secondo Pia, que estaba
autorizado para fotografiarla mientras se exhibía en la Catedral de Turín.
Estudios oficialmente
autorizados
Con el
permiso de Humberto de Saboya,
dueño de la reliquia en aquella fecha, fue nombrada una comisión de estudio en 1973.
Esta comisión, básicamente semejante a otra que se había limitado a examinar la
tela en 1969,
incluía serólogos forenses, anatomistas, radiólogos, historiadores, físicos,
etc. Los resultados de la investigación fueron cautelosos; aunque no favorables
a la autenticidad en algunos casos, no la excluía de manera concluyente.6
En 1978 se llevó a cabo un estudio detallado
por un grupo de científicos estadounidenses llamado Shroud of Turin Research Project ("STURP"), financiado por la
"Holy Shroud Guild",7 una
organización religiosa dedicada a la promoción de la reliquia.8 No
encontraron pruebas fiables para afirmar que se trataba de una falsificación, y
consideraron que la aparición de la imagen era todo «un misterio».9
En 1988 se efectuó una prueba de datación por
radiocarbono con
pequeños fragmentos del sudario. Los laboratorios de la Escuela
Politécnica Federal de Zúrich, la Universidad de Oxford y la Universidad de
Arizona determinaron
que la Sábana Santa data de la Edad Media, entre 1260 y 1390 (±10 años).10 con
una fiabilidad del 95%. Los resultados fueron publicados en la revista
científica Nature.4 Dicha
datación se corresponde cronológicamente con la primera aparición histórica
documentada, lo que fortalece una explicación científicamente coherente en la
que la creación de la pieza se habría producido en los años inmediatamente
anteriores a esta primera exhibición pública de 1357.
Entre junio y
julio de 2002 un equipo de expertos bajo la
dirección de Mechthild Flury-Lemberg, conservadora del Museo histórico de Berna (Suiza),
realizó una tarea de restauración del lienzo, que se acompañó del escaneo,
espectrometrías, microfotografías, etc., y el lienzo fue guardado en una teca
especialmente diseñada en condiciones óptimas para su conservación, que, al
parecer, estaba amenazada desde hacía años. En estos trabajos se levantó por
primera vez el forro posterior que cubría la tela.11
Pese a que se
pensó que la datación de 1988 podía dejar zanjada la cuestión, ni
éste ni los trabajos subsiguientes han acallado la polémica entre los
defensores y los detractores de la autenticidad del lienzo en el ámbito de lo
que ellos llaman “sindonología” (estudios sobre la síndone -del griego σινδών sindon, mortaja,
la palabra utilizada en el Evangelio de Marcos para referirse al tipo de tela que José de Arimatea compró para usarla de sábana
mortuoria-). Aspectos de estas polémicas como los antecedentes históricos del
lienzo, la formación de la imagen, la naturaleza del tejido, la datación, etc.,
se recogerán a continuación.
Historia
Aunque
existen relatos de diferentes imágenes milagrosas de Cristo, tanto de cuerpo
entero como solamente el rostro, no se ha podido conectar con certeza ninguno
de ellos con la tela que actualmente reside en la Catedral de Turín.
Se cuenta que
la Imagen de Edesa (también llamada Mandylion) contenía
la imagen del rostro de Cristo, y existen noticias fiables de su existencia
desde el siglo VI.
Algunos ven una correlación entre el Sudario de Turín y la Imagen de Edesa.
Ninguna leyenda relativa a la imagen lleva a pensar que contuviera la imagen de
un Jesús malherido, sino que mencionan que la imagen fue transmitida a la tela
por el propio Jesús. Suele describirse como una mera representación del rostro
de Jesús, no del cuerpo entero. Los defensores de la teoría de que la imagen de
Edesa y el sudario son el mismo objeto, liderados por Ian Wilson, creen que
siempre estuvo plegado de manera que sólo mostraba la cara.
Las antiguas Leyendas de Abgaro sitúan el lienzo en la ciudad de Edesa (650 km al norte de Jerusalén),
durante el reinado del rey Abgaro V (en el siglo I). El antiguo
historiador Eusebio (325) habla de esa leyenda,
refiriendo a la “Imagen de Edesa”, y relata que cuando el lienzo
con la imagen fue llevado al rey por el discípulo Tadeo, el rey fue curado de
su lepra. Evagrio (590) se refiere al lienzo
como “acheiropoieta” -no hecho por manos humanas-. Los Actos del Santo Apóstol Tadeo (siglo VI) hablan de la “tetradiplon”
(tela doblada en cuatro). San Juan Damasceno, durante los debates
iconoclastas del siglo VIII, llamó al Sudario como “himatión” o
larga-tela. Los griegos bizantinos continúan hablando de la acheiropoieta
(imagen no hecha por manos humanas) y del “Mandylion” - o pequeña toalla.
Algunos defensores de la autenticidad del Sudario defienden que este era el
Mandylion doblado en cuatro partes.
Se citan tres
muestras principales de evidencia para identificarla con el sudario. Juan de Damasco menciona la imagen en su obra anti-iconoclasta Sobre las imágenes santas [3], describiéndola como
una «cinta» o tela oblonga, en lugar de un cuadrado, como sostienen otras
notificaciones de la tela de Edesa.
Con motivo
del traslado de la sábana a Constantinopla en 944, Gregorio Refrendario, arcediano de
la Hagia Sophia (Constantinopla),
dio un sermón sobre el mismo. Dicho sermón se perdió, pero volvió a aparecer en
los archivos del Vaticano, y en 2004 fue traducido al inglés por Mark Guscin.12 El sermón, según la controvertida
traducción de Guscin, que se basaba en la de André-Marie Dubarle y otros, diría
que la tela de Edesa contenía una referencia a la herida del costado, lo que
sugiere que la imagen representaría el cuerpo entero de Jesús. Sin embargo,
esta traducción fue abandonada incluso por su autor.13 En la Biblioteca del Vaticano y en la Universidad de Leiden aparecieron otros documentos antiguos.
En uno de ellos, el Códice
Vossianus Latinus Q69 del
siglo X, en la que figura una mención de un testigo del siglo VIII sobre una
tela que recibió el rey Abgar con la imagen de Cristo en la que: «[Non tantum] faciei figuram sed
totius corporis figuram cernere poteris» («No
sólo podrás ver la imagen/figura de la cara, sino también la imagen/figura del
cuerpo entero»).14
Otros
autores, como Antonio Lombatti15 y Andrea Nicolotti,16 han rechazado la idea de que el
Mandylion pudiera ser el lienzo de Turín. Ellos señalan que hay diferencias
cruciales entre uno y otro (fundamentalmente que el Mandylon retrata a un
hombre vivo, con los ojos abiertos -cf. ilustración adjunta al texto-), las
descripciones del Mandylion siempre se refieren a un rostro, nunca se ha
descrito la tela como una sábana y los que hablan de un sudario lo diferencian
del Mandylion como dos objetos diferentes. La hipótesis de un lienzo doblado
les parece “fantástica”. Nicolotti sugiere que ciertas diferencias en los
textos respecto al origen y forma del lienzo podrían deberse a que se habla de
oídas o se están contemplando copias diversas que existieron en la época. El
método de trabajo de los partidarios de la identificación ha sido criticado
seriamente por Nicolotti, que considera que trabajan con frases
descontextualizadas. En la misma línea, en L’Image
D’Édesse, Romain et Constantin,17 Bernard Flusin juzga que los métodos
de trabajo de Guscin son académicamente inválidos.
Características de la
imagen
Existe un acuerdo casi unánime en algunas de
las características de la imagen:
·
Presenta los colores invertidos respecto de
una imagen óptica habitual. Por eso ha sido comparada a veces con un negativo,
aunque algunas de sus partes (el cabello, por ej.) escapan a la norma.
·
Se puede observar sólo a cierta distancia.
·
Es de color amarillo pardo en el cuerpo y rojo
en las manchas de sangre.
·
La pigmentación de la imagen corporal no
afecta más que a la superficie de las fibras, mientras que los regueros de
sangre traspasan la tela.
·
Los contornos de la imagen son imprecisos.
·
La imagen dorsal es unos centímetros más ancha
y más larga que la frontal.28
·
La pigmentación es más intensa en el rostro
que en el cuerpo.30
Teorías sobre la
formación de la imagen
Se han sugerido diferentes explicaciones a la
creación de la imagen, tanto naturales como sobrenaturales.
Formación milagrosa
Varios
creyentes34 consideran
la imagen como un efecto secundario de la resurrección de Jesús, sugiriendo
efectos seminaturales que pudieron haber sido parte del proceso. Afirman que
puesto que la lógica obliga a descartar todas las hipótesis, hay que pensar en
un hecho sobrenatural único para una imagen única: la Resurrección de Jesús. Ya
que no hay explicación científica al hecho de que la imagen sea tan detallada y
la intensidad guarde relación con la distancia, y que sólo afecte a las fibrillas
superficiales individualmente. A todo esto hay que añadir la existencia de todo
el conjunto de datos que aporta la sábana que obligan a pensar que el hombre de
la sábana es Jesús: antigüedad, tipo de heridas, etc. Estas teorías son
inverificables y pueden darse como explicación a cualquier anomalía que vaya
contra la autenticidad del sudario, así que desde un punto de vista científico
no son una explicación válida. El destacado sindonólogo Raymond Rogers, pensaba
que este tipo de razonamiento era una falacia non sequitur,
puesto que del hecho de que la ciencia ignore algo no se infiere necesariamente
el milagro.35 Se
ha sugerido[cita requerida] que el sudario colapsó a través del
cuerpo glorificado de Jesús o de su deslocalización y que la imagen se pudiera
haber formado por contacto directo al caer la sábana, dando así una imagen de
detalle, y que por ser distinta la duración de este contacto en función de la
distancia, habría una intensidad variable. Quienes apoyan esta teoría señalan
ciertas impresiones de dientes y huesos al estilo de los rayos x. Otros sugieren[cita requerida] que la radiación provocada
por el evento milagroso pudo haber grabado a fuego la imagen en la tela.
Teorías científicas sobre la formación de la
imagen
Capa de hidratos de carbon.
Una teoría científica que no descarta la relación del
sudario con Jesús, implica a los gases que escapan de un cadáver en las
primeras fases de descomposición. Las fibras de celulosa que componen la tela están revestidas
por una fina capa de fécula,
con fragmentos de almidón, azúcares y otras impurezas. Esta finísima capa
(180 a 600 nm) fue descubierta al utilizar un microscopio de contraste
fasado. La imagen muestra su parte más fina, la que carga con el color,
mientras que la prenda subyacente está sin colorido. La capa de hidratos de
carbono sería en esencia incolora salvo en algunos sitios donde un cambio
químico le ha otorgado un color pajizo. La reacción implicada es similar a la
que tiene lugar al calentar el azúcar para producir caramelo.
R. N. Rogers y A. Arnoldi proponen esta
explicación natural en un artículo titulado The Shroud of Turin: An
Amino-carbonyl Reaction (Maillard Reaction) May Explain the Image Formation,
que no descarta una invocación sobrenatural ni una intensificación de un
proceso natural. Según ellos, los aminoácidos del cuerpo humano reaccionan pronto
con la capa de hidratos de carbono, antes de que los líquidos producto de ladescomposición manchen o dañen la tela. Los gases de
los cuerpos muertos son extremadamente reactivos químicamente y al cabo de un
par de horas, en entornos como los sepulcros, el cuerpo empieza a producir
aminos más fuertes en sus tejidos, como pudriscina y cadaverina.
Esto provocaría el color observado en la capa de hidratos de carbono, pero crea
preguntas sobre por qué ambas vistas de la imagen son tan fotorrealísticas y
por qué no fueron destruidas por posteriores productos de la descomposición
(una pregunta obvia si hubo resurrección, o si se retiró el cuerpo de la tela
en el momento requerido).
Autooxidación
Christopher Knight y Robert Lomas (1997)
sostienen que la imagen de la sábana es la de Jacques de Molay, último Gran Maestro de la Orden de Caballeros Templarios, arrestado porherejía en
el Templo de París por el rey Felipe IV de Francia el 13 de octubre de 1307.
De Molay fue torturado bajo los auspicios de William Imbert (inquisidor en jefe
de Francia). Sus brazos y piernas fueron claveteados, posiblemente a una gran
puerta de madera. Tras la tortura, según Knight y Lomas, De Molay fue postrado
en una cama blanda, sobre un trozo de tela; se pasó lo que sobraba de la tela
sobre su cabeza para cubrir su cuerpo y se le abandonó unas 30 horas, en estado
de coma. El que usaran un sudario se explica porque el Templo de París guardaba
sudarios para usos ceremoniales.
De Molay sobrevivió a la tortura, pero fue
llevado a la hoguera el 19 de marzo de 1314 junto a Geoffroy de Charney, preceptor
templario de Normandía. Jean de Charney, su nieto, murió en
la batalla de
Poitiers. Tras su muerte, su viuda, Jeanne de Vergy, se halló en
posesión del sudario y lo tuvo expuesto en una iglesia de Lirey.
Knight y Lomas basan sus hallazgos en parte en
las pruebas del carbono 14 de 1988 y en la investigación de Mills en 1995
acerca de una reacción química llamada autooxidación,
y argumentan que su teoría concuerda con los datos conocidos sobre la creación
de la tela y de los resultados de la datación por radiocarbono.
Reproducción fotográfica
Entre los
métodos propuestos por los partidarios de la creación de la imagen en la Edad
Media, hay quien no duda en considerar al sudario como la primerafotografía del
mundo, atribuyendo su autoría a Leonardo da Vinci. Según ellos, la imagen
habría sido producida con la ayuda de una linterna mágica, un dispositivo de proyección
simple y compuestos de plata sensibles a la luz aplicados sobre la tela. Esta
teoría se apoya en el parecido que algunos encuentran entre el famoso
autorretrato de Leonardo y la imagen del sudario, pese a que Leonardo nació
varios siglos después de la primera aparición documentada de la sábana, si se
considera que la sábana de Turín es la misma que la de Edesa, cosa que algunos
expertos dudan.
Los
principales defensores de esta teoría son Lillian Schwartz (consultora gráfica
de la School
of Visual Arts en
Nueva York, quien se hizo conocida en ladécada de 1980 por pretender que La Mona Lisa era
un autorretrato de Leonardo), Lynn Picknett (investigadora), Nicholas Allen
(profesor en Historia del Arte de la Nelson Mandela Metropolitan University en Sudáfrica, quien sostiene que la prueba de que
el sudario fuese una fotografía de Da Vinci sería que se encontraran rastros de
sulfato de plata en el sudario) y Larissa Tracy (profesora de la Longwood
University en Virginia). Todos ellos afirman que Leonardo tenía todos los
conocimientos necesarios en anatomía y los materiales para fabricar una
primitiva cámara oscura como para fabricar un sudario falso que reemplazaría a
la falsa reliquia de mala calidad que estaba en posesión de la familia Saboya
desde 1453.36
Pintura
En 1979 Walter McCrone, un miembro del equipo
STURP, concluyó que la imagen estaba compuesta por partículas de pigmentos. Las
fibras disponibles para el estudio de las manchas fueron aquellas que quedaron
pegadas a una treintena de cintas adhesivas que se aplicaron a secciones
diferentes de la tela en el año 1978 por el STURP. Según McCrone, los
pigmentos son una mezcla de témperas rojo ocre y bermellón. Su grupo de óptica
electrónica publicó en cinco artículos los resultados de estos estudios en
revistas revisadas por científicos.37 Tras
conocer la noticia, STURP le retiró las muestras y le reemplazaron por otros
científicos. En palabras de McCrone, le «expulsaron» de STURP. McCrone fue uno
de los mayores defensores de la teoría de que el Sudario es falso. Raymond
Rogers, químico de Los
Alamos National Laboratory, University of
California, poseedor durante un cuarto de siglo de las 32 muestras
de la Sábana Santa, no pudo corroborar (observando con un microscopio de luz
polarizada similar al que había utilizado McCrone) los hallazgos de pigmento de
óxido de hierro sobre esas mismas muestras. Tampoco pudo hacerlo el experto Joe
Kohlbeck de la Hercules Corp. al que Rogers solicitó colaboración.[cita requerida]
Otros
análisis microscópicos de las fibras parecen indicar que la imagen se limita
estrictamente a la capa de hidratos de carbono, sin capas adicionales de
pigmentos a la vista[cita requerida].
Los partidarios de la autenticidad del sudario replican que ninguna técnica
conocida de pintura a mano puede aplicar un pigmento con semejante nivel de
control sobre una superficie de fibras nanométricas[cita requerida].
Sin embargo, las hipótesis de algunos autores críticos, como Nickell38 o
Garlaschelli,39 no
suponen que la imagen fuera pintada tal como la conocemos. Ellos piensan que lo
que vemos son restos o una marca de una pintura original que, según testigos de
la época, aparecía entonces como “pintada hoy mismo”.40
Máscara solar (teoría de la sombra)
En marzo de
2005, Nathan Wilson, profesor del Nuevo Instituto de San Andrés, hizo público
en un artículo de la revista Libros
y Cultura que había fabricado
un símil de la imagen de la sábana exponiendo lino negro al sol durante diez
días, bajo una lámina de cristal sobre la que se había pintado una máscara del
positivo. Su método, aunque rudo y preliminar, atrajo, sin embargo, la atención
de varios sindologistas, especialmente de Raymond Rogers, del equipo STURP
original, y del Dr. Antonio Lombatti, fundador de la revista Approfondimento Sindone. El método de
Wilson destaca porque no requiere conjeturas sobre técnicas medievales
desconocidas y por ser compatible con las afirmaciones de que no hay pigmentos
en la tela. No obstante, el experimento no se ha repetido, y las imágenes deben
pasar todavía por análisis químicos y microscópicos. Surgen también dilemas
sobre la disponibilidad de un cristal medieval lo bastante grande para crear la
imagen, el coste desmesurado que tendría y la compatibilidad del método con la
afirmación de Fanti de que la imagen original es de doble cara.
Segunda imagen en el reverso de la tela
Durante la
restauración de 2002,
la vista de atrás de la tela fue fotografiada y escaneada por primera vez. El
diario del Instituto de Física de Londres publicó un artículo contrastado
por científicos sobre este tema el 14 de abril de 2004,
escrito por Giulio Fanti y Roberto Maggiolo, de la Universidad de Padua (Italia). Describen la imagen del
reverso como mucho más tenue, formada principalmente por la cara y las manos.
Como en la imagen frontal, es enteramente superficial, estando la coloración
limitada a la capa de hidratos de carbono. Las imágenes se correlatan con las
del otro lado de la tela. No se detecta ninguna imagen en la sección
correspondiente a la vista dorsal de la sábana.
Los que
apoyan la teoría de la reacción Maillard, argumentan que es menos probable que
los gases penetraran toda la tela por la parte dorsal, ya que el cuerpo estaría
depositado en una repisa de piedra. La segunda imagen hace al mismo tiempo
menos probable la teoría fotográfica.
Sin embargo,
en la conferencia de Dallas de 2005,
Monseñor Ghiberti (Presidente de la Comisión Diocesana de la Sindone) y la Sra.
Flury-Lemberg (restauradora de la misma -Cfr. supra), negaron tajantemente que
se hubiera observado nada parecido a lo que pretenden Fanti y Maggiolo. Mario
Latendresse, comentando estas declaraciones, advierte que el trabajo de los dos
autores italianos se basa en fotografías de poca calidad y carece de algunos
datos relevantes, por lo que es muy difícil que pueda confirmarse.41
Los
investigadores estadounidenses Stevenson y Haberman en su libro Dictamen sobre la Sábana Santa ofrecían un análisis comparado de las
distintas teorías de formación de la imagen de acuerdo con los estudios del
STURP42
Análisis
del Sudario
Datación radiométrica
En 1988, la Santa Sede permitió a tres centros de
investigación independientes realizar exámenes de radiocarbono sobre un trozo extraído de una esquina
del sudario. El lugar de toma de las muestras fue seleccionado tras un
meticuloso estudio por los expertos textiles profesor F. Testore, del
Departamento de Ciencias de los Materiales de la Universidad Politécnica de
Turín y G. Vial, del Museo de Tejidos y el Centro Internacional de Estudios de
Tejidos Antiguos de Lyon, bajo la supervisión de Michael Tite, Jefe del
Laboratorio de Investigación del Museo
Británico. Se enviaron tres muestras del sudario a tres laboratorios
diferentes, la Universidad de Oxford, la Universidad de Arizona y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich,
junto con tres muestras de tejido procedente de una tumba egipcia datada en
1100 a.C., de vendas de una momia de 200 a.C. y de la capa de Luis IX, del siglo XIII d.C. Los laboratorios
no tenían conocimiento de a qué tela pertenecía cada muestra. De esta manera se
podía comprobar la fiabilidad de las técnicas utilizadas (cada laboratorio usó
una técnica diferente) en telas con historias y posibles contaminaciones
parecidas a las del sudario, fuera cual fuera su edad. Los tres laboratorios
dataron las muestras de control y coincidieron en fechar la tela entre los
siglos XIII y XIV (1260-1390).4
En 2002, Ray Rogers, experto
en química del equipo STURP y socio retirado del Laboratorio Nacional de Los Álamos,
postuló que la muestra cortada del Sudario de Turín en 1988 habría sido tomada de un área del
lienzo que había sido vuelta a tejer durante la Edad Moderna.
En dicha área se habría mezclado (de manera muy sutil –imperceptible a la
vista-), tejido moderno con lino antiguo, comprometiendo de esta manera la
prueba de datación. Cinco semanas antes de su muerte, Rogers escribió un
trabajo, basado en muestras que, según su tesis, eran los 32 hilos que él mismo
había obtenido con cintas adhesivas en 1978 cuando estaba en el STURP, una
muestra tomada por el experto textil Gilbert Raes en 1973, de una esquina
adyacente a la utilizada para la datación por C-14,
la cual le fue entregada en 1979 por el profesor Luigi Gonella y otra
muestra más proveniente del centro de la cual fue utilizada para la datación,
que Gonella le habría otorgado en el 2003, ya que el 21 de abril de 1988, obtuvo el permiso
del Cardenal Ballestrero para obtener muestras del sudario. Thermochimica Acta aceptó el análisis de Rogers en enero
del 2005.46 Por otra parte Gilbert Raes, experto
textil al cual le fue permitido cortar una muestra del sudario de una esquina
adyacente a la que fue utilizada para la datación, reportó que había fibras de
algodón (posiblemente de tipo herbaceum Gossypium) entrelazadas con el lino.47 46
Poco antes de
morir en marzo del mismo año, Rogers pidió a su amigo Robert Villarreal, con el
cual trabajaba en el laboratorio de Los Álamos, que confirmara o descartara sus
descubrimientos. Villarreal envió las muestras proporcionadas por Rogers al
laboratorio para ser analizadas y se descubrió que una fibra estaba empalmada
con un mordiente (sustancia gomosa usada durante siglos para fijar tintes).48 En su informe Villarreal, en contra de
lo que habían mantenido Raes, Rogers y otros que habían observado las muestras Raes, concluye que están
compuestas completamente de algodón, no lino.
La tesis de
Rogers ha sido también corroborada por el experto en microscopía John L. Brown,49 Otros autores, partidarios y
contrarios a la autenticidad, no admiten las tesis de Rogers. Como P. Berger,50 S. Schafersman,51 M. Antonacci52 o I. Wilson,53 que cuestionan la procedencia de las
muestras, hallan errores en los cálculos, piensan que el método de datación por
vanilina que utilizó Rogers no es fiable y/o no creen que existieran remiendos
en la zona de las muestras.
En la
Conferencia de Dallas de 2002, el Dr. Alan Whanger
presentó un documento con fotos de rayos X de diversas anomalías del área de la
muestra C-14. Benford y Marino han presentado como evidencia a favor de la
existencia de una reparación invisible un comunicado personal del Sr. Michael
Ehrlich, propietario y presidente de “Without A Trace”, (compañía que
proporciona servicios de zurcido invisible),54 en el sentido de que los artesanos de
la Edad Media eran capaces de realizar un entretejido que reparaba los tejidos
de una manera invisible. Según Benford y Marino, Flury-Lemberg desconocería
esta técnica “mágica”.55 Sin embargo, en un artículo de 2007
Flury-Lemberg descalificó la opinión mantenida por Ehrlich que, según ella, era
un mero reclamo comercial para un remiendo que era visible a ojos de expertos
como los que seleccionaron la muestra en 1988 e imposible de realizar en
tejidos livianos como el lino.56 Flury-Lemberg, experta en conservación
de tejidos, afirmó no haber encontrado ningún rastro de parches u otro tipo de
remiendos con ocasión de los trabajos de restauración 2002. En su artículo,
basándose en la observación y análisis de la tela por las dos caras, rechazaba
la teoría del remiendo invisible que había servido de base a los trabajos de
Rogers.
En 2010, Timothy Jull y
Rachel A. Freer-Waters, de la Universidad de Arizona, analizaron una muestra
del tejido que había quedado de reserva en el laboratorio de Tucson tras la datación de 1988. El estudio se limitó
a constatar que no había alteraciones del tejido que permitieran suponer que la
datación se había hecho con material diferente del lienzo.5
Residuos bacterianos
Uno de los
primeros argumentos usados para cuestionar la datación fue el de los residuos
bacterianos, ya que hay varios ejemplos de objetos antiguos cuya datación
resultó ser inexacta, especialmente en los orígenes de la radiometría. El caso
más notable se dio en 1970,
cuando se dataron los huesos de una momia del Museo Británico unos 800–1000 años antes que su
envoltura. Hay que tener en cuenta también que la esquina utilizada en la
datación habría sido más manoseada que el resto de la tela, subiendo el riesgo
de contaminación por bacterias y otros residuos. Las bacterias y sus desechos
(bacterias muertas y subproductos) contienen carbono, lo que acercaría a
nuestros días la fecha radiométrica. Esta hipótesis es fundamentalmente
defendida por Leoncio Garza-Valdes.59
El físico
nuclear Harry E. Gove, de la Universidad de
Rochester, inventor del método de datación por radiocarbono que se
utilizó en 1988,
admitió la posibilidad de una capa bioplástica que hubiera falseado la
datación. Según Gove, si esta cubierta fuera lo bastante gruesa, podría haber
producido unas fechas más recientes que las reales. Sin embargo, en Relic, Icon or Hoax? Carbon Dating
the Turin Shroud60 y
en A problematic source of
organic contamination of linen,61 el
mismo Gove determinaba que los estudios realizados eran parciales,
inconcluyentes y no aplicables al lienzo de Turín. Rodger Sparks (neozelandés experto
en radiocarbono) y otros científicos han opinado
que para que una contaminación bacteriana medieval produjera un error de trece
siglos, haría falta una capa bioplástica del doble del peso de la muestra.62 Ya
que esto puede detectarse fácilmente, se examinaron varias fibras en el Centro
Nacional de Excelencia de la Fundación de Ciencias de Espectrometría de Masas
en la Universidad de Nebraska. El examen piro-másico-espectrométrico no detectó
ningún tipo de polímero bioplástico en las fibras, ya fueran éstas de la imagen
o de otras zonas del sudario. A su vez, el análisis de micro-sondas láser Raman
efectuado en Instruments SA, Inc. en Metuchen (NJ), arrojó también un resultado
negativo.63
En 2010, un
estudio de estadística cuestionó el tratamiento de los datos obtenidos de las
diferentes submuestras por los tres laboratorios.64
El hecho de
que los tres laboratorios obtuvieran las fechas correctas de las muestras de
control, que también se habrían podido ver afectados por los mismos procesos,
no es tenido en cuenta por los partidarios de la autenticidad del sudario.
Propiedades químicas de la muestra
En un estudio
llevado a cabo por Anna Arnoldi (de la Universidad de Milán)
y Raymond Rogers (miembro retirado del Laboratorio
Nacional de Los Álamos de
la Universidad de
California) se lanzó otro argumento en contra de los resultados de
los exámenes radiométricos.
Por medio de
un análisis del espectro de fotografías ultravioletas determinaron que el área
del sudario del que se extrajeron las muestras difiere químicamente del resto
de la tela. Mencionan la presencia de tintes de raíz Madder y óxido de aluminio
(un agente fijador) exclusivamente en dicha esquina, y concluyen que esa parte
fue cosida a la sábana en algún momento de su historia. Estas reparaciones
habrían sido hechas con materiales recientes, con mayor concentración de
carbono que la tela original.
Los exámenes
microquímicos del área también hallan rastros de vanilina, ausentes en el resto de la tela. La
vanilina se origina por la descomposición térmica de la lignina, un polímero complejo integrante del
algodón. Este producto suele encontrarse en materiales medievales, pero no en
prendas más antiguas, ya que disminuye con el tiempo. Por ejemplo, no se halló
vanilina en los envases de los Manuscritos del
Mar Muerto.
Raymond
Rogers, en un artículo del 20 de enero de 2005 de la revista Thermochimica Acta, ofrece una
aparente prueba química de que la muestra cortada del Sudario en 1988 no era
válida. En el mismo artículo, su resolución de la cinética de la pérdida de
vanilina apunta a que el sudario tiene entre 1300 y 3000 años de antigüedad.65 Sin
embargo, Berger50 y
Schafersman51 mantienen
que el método de la vanilia ni es fiable ni ha sido utilizado nunca para
determinar la fecha de artefactos antiguos. Para una crítica más general del
trabajo de Rogers Cf. Datación radiométrica
Posiblemente
sólo podrá zanjarse este aspecto de la controversia con más exámenes
radiométricos, que actualmente la Santa Sede prohíbe por el sacrilegio que
supone dañar la reliquia. Rogers sugiere en su artículo de 2005 que para la
datación podría utilizarse el carbón de las piezas chamuscadas que se
extrajeron en la restauración de 2002, si se lavaran con ácido nítrico
concentrado (lo que de paso invalida la teoría de la contaminación por humo de
los incendios sufridos por la sábana, otro argumento escrimido para invalidar
los estudios radiométricos).
Análisis histórico de materiales
Gran parte de
la investigación reciente se ha centrado en las marcas de agua y quemaduras.
Las quemaduras más grandes provienen claramente del incendio de 1532 (hay otras
menores en forma de L que debieron originarse en algún momento anterior), y se
supone lo mismo para las marcas de agua.
Sin embargo,
en 2002,
Aldo Guerreschi y Michele Salcito presentaron un escrito66 en
París durante el IV Simposio Científico Internacional, opinando que muchas de
esas marcas debían de ser más antiguas, porque las simetrías se corresponden
más con el plegado que se requiere para guardar la tela en una jarra de barro
(como las muestras de tela en Qumram) que para hacerlo en el relicario que la hospedó en
1532.
Según la
experta restauradora de textiles Mechthild Flury-Lemberg hay un zurcido en la
sábana idéntico a un tejido del siglo primero, que era exclusivo de la
fortaleza de Masada junto
al Mar Muerto. Su patrón de hilado, un
entretejido 3:1, es el propio del diseño sirio de la época, según la
apreciación de Gilbert Raes, del Instituto Ghent de Tecnología Textil en Bélgica. Flury-Lemberg expuso que «la tela de
lino del Sudario de Turín no exhibe técnicas de tejido ni costuras que
contradigan su origen como producto de gran calidad de los obreros textiles del
siglo primero».67
Estas
afirmaciones son contradichas por el trabajo de Orit Shamir.68 Según
Shamir, experta de la Israel Antiquities Authority, son varias las diferencias
fundamentales entre el tejido del sudario de Turín y los de Palestina en el
siglo I . (Orit Shamir analiza más de 1500).
·
El sudario de Turín está hecho con un patrón
de sarga 3/1 en espiga con lino hilado en torsión en forma de Z. Todos los
tejidos de lino de la Palestina hasta la época medieval fueron hilados con
torsión S y tejido simple o tafetán (plain weave). Sólo unas pocas
muestras encontradas tienen hilos torcidos en Z, pero son de lana y de probable
importación romana o griega. No hay ningún tejido que contenga algodón, como es
el caso del lienzo de Turín.
·
El sudario de Turín tiene 38,6 hilos por cm en
la urdimbre y 25,7 hilos por cm en la trama, lo que es una proporción muy alta
en comparación con los productos textiles de lino fabricados en "la Tierra
de Israel", que por lo general tienen 10 a 15 hilos por cm en la urdimbre
y 15 a 20 hilos por cm en la trama.
·
La sarga encontrada en Palestina es de tipo
2/2 y 1/2 y no 3/1 como el lienzo de Turín. Sólo un caso de espina de pez ha
sido encontrado y es moderno.
·
Contra lo que dice Flury-Lemberg, los hilos
que se usaron para coser la franja del lienzo de Turín no son exclusivos de la
época romana.
Por todo ello
concluye que el sudario de Turín probablemente no fue fabricado en "la
Tierra de Israel" ni en el periodo romano ni en el medieval. Posiblemente
no haya sido importado en ninguno de estos períodos, porque no se ha encontrado
en "la Tierra de Israel" ninguna tela con esa técnica de tejido.
Estudio forense médico y biológico
Detalles de la técnica de la crucifixión
Los
partidarios de la autenticidad del sudario sostienen que es improbable que un
falsificador medieval estuviera al tanto de algunos detalles técnicos de un
método de ejecución abandonado casi por completo desde hacía siglos. La
perforación de las muñecas en vez de las palmas va en contra de la iconografía
tradicional cristiana, sobre todo la medieval, pero el Dr. Pierre Barbet creyó
que los condenados a la cruz eran clavados habitualmente por las muñecas como
en la imagen del Sudario de
Turín, y esto no era algo de común conocimiento en la Edad Media. Respecto
a la posición de los clavos existe una polémica en torno al único esqueleto de
un crucificado que se ha encontrado.69 El
arqueólogo Nicu Haas pensó haber encontrado rastros de clavos entre el húmero y
radio, pero una revisión posterior de Zias y Sekeles afirmó que los indicios
eran insuficientes y mantuvo la hipótesis de cuerdas en las manos, en lugar de
clavos.70
La teoría del
Dr. Pierre Barbet fue criticada por el Dr. Frederick Zugibe,71 72 y
por el arqueólogo Joe Zias.73 El
primero demostró que es imposible que un clavo pasara por el espacio Destrot,
como pretendía el Dr. Barbet. Y Zias advierte de que los crucificados en el
Imperio Romano no pendían de las muñecas, sino que, para alargar la agonía, se
les colocaba un soporte (“sedile” y otros).
Manchas de sangre
En la sábana
se localizan varias manchas rojizas que asemejan sangre. El químico Walter
McCrone (ver arriba) las identificó como meros pigmentos e
informó de que ninguno de sus exámenes de las muestras encontró presencia de
sangre.
La tonalidad
de rojo de estas supuestas manchas de sangre plantea serias dudas. Normalmente,
las manchas de sangre se decoloran en relativamente poco tiempo hasta adquirir
en su totalidad un tono parduzco, mientras que las del sudario abarcan del rojo
puro al marrón habitual. Los defensores del sudario manifiestan que las manchas
no provinieron de heridas abiertas, sino del líquido exudado por coágulos,
aunque eso no resuelve el problema del color. En casos de traumas graves (como
el del hombre del sudario), este líquido estaría compuesto por bilirrubina y hemoglobina oxidada,
la cual permanecería por siempre roja.74 Adler
y John Heller afirmaron haber hallado bilirrubina y albúmina en
las manchas. Sin embargo, se desconoce si las manchas se produjeron al mismo
tiempo que la imagen, que tanto Adler como Heller atribuyen al envejecimiento
prematuro del lino.
Los análisis
de Adler y Heller han sido criticados por John F. Fischer.75 Este
analista forense critica la validez de los análisis de sangre que hicieron
Adler y Heller porque no son específicos y pueden dar positivos falsos y la
hipótesis de coloración por bilurrubina, ya que no ha sido demostrada
empíricamente.
Granos de polen
Los
investigadores de la Universidad
Hebrea de Jerusalén informaron
de la presencia de granos de polen en las muestras, pertenecientes a
especies primaverales de Palestina. No obstante, los investigadores Avinoam Danin y Uri Baruch trabajaron con muestras provistas por
Max Frei, un criminólogo retirado de la policía suiza.76 Una
revisión independiente descubrió que, de las 26 cintas adhesivas usadas para
tomar muestras, 25 apenas contenían restos de polen y casi todos se encontraban
en una sola cinta, lo que podría ser un indicio de manipulación o, al menos, de
contaminación.77 Posteriormente,
el Prof. Danin retiró su apoyo a las identificaciones de pólenes hechas por
Frei.78
Danin y
Baruch también detectaron siluetas de distintas flores en la tela. Basándose en
las especies identificadas, han sugerido que deben provenir del entorno de Jerusalén, en los meses de marzo o abril. En
el área frontal, la que correspondería a la corona de espinas, hallaron
vestigios de Gundelia tournefortii, que en el área de
Jerusalén es exclusiva de este periodo del año. Este análisis está basado en la
interpretación de varios patrones en el sudario como plantas particulares.
Aunque los escépticos aducen que, debido a lo confuso de las imágenesdisponibles,
no es posible decantarse inequívocamente por una especie concreta de planta.
Gaetano
Ciccone, analizando los muchos puntos oscuros del trabajo de Frei, la
utilización de fotos ajenas como propias, la imposibilidad de ciertas
afirmaciones, etc., concluye que en sus estudios hay algo más que incompetencia
o superficialidad.79 Igualmente
crítico, aunque menos drástico en las conclusiones, es Vaughn Bryant, en su
recensión del libro de Danin et allia. Este autor extiende su escepticismo a
los trabajos de Danin y Baruch, que encuentra insuficientemente fundamentados.80
Sudario de Oviedo
Los
sindonólogos incluyen en su campo de interés otras reliquias cristianas similares, especialmente el Sudario de Oviedo (o "pañolón de Oviedo"), de
relación controvertida con el Sudario de Turín.
En la ciudad
de Oviedo se
guarda un pequeño paño de lino manchado de sangre, venerado como una de las
prendas funerarias descritas en Juan 20:7. El Evangelio de Juan menciona un «sudario» (σουδαριον: [soudarion]) que cubría la
cabeza, y una «prenda de lino» o «vendajes» (οθονιον: [ozonion]) cubriendo el cuerpo.
Se cuenta que el sudario de Oviedo (conocido también por pañolón de Oviedo) fue la
prenda que cubrió entonces la cabeza de Jesús.
En España, se puede constatar la existencia y
estancia del pañolón en Oviedo desde el siglo VII. Su localización en fechas
anteriores es más incierta, aunque algunos estudiosos lo sitúan en el Jerusalén
del siglo I.
Un estudio de
1997 de Mark Guscin,81 miembro
del equipo de investigación del Centro Español de Sindología, investigó la
relación entre ese sudario y la sábana. Basándose en la historia, patología
forense, composición sanguínea (supuestamente de tipo AB, como la de la sábana)
y patrones de las manchas, concluyó que ambas prendas cubrieron la misma cabeza
en dos momentos distintos, pero próximos entre sí.82 Avinoam
Danin (ver arriba) asintió con este análisis, añadiendo
que los granos de polen del pañolón coinciden con los de la sábana.
Otros
críticos sostienen que el argumento es espurio. Puesto que niegan las manchas
de sangre en la sábana, las del pañolón son irrelevantes. El argumento sobre el
polen está también muy debilitado por el descrédito del trabajo de Frei sobre
la sábana, ya que trabajó con muestras alegadamente contaminadas. El polen de
Jerusalén podría haber llegado al sudario por muy diversas vías y, en todo
caso, sólo indicaría la procedencia de la tela, no su fecha de creación.83
Una datación
de radiocarbono hecha pública en 200784 reveló
que el pañolón es de origen medieval. Entre los siglos VII y IX.
Procesamiento digital de la imagen
Varios
estudiosos han aportado multitud de nuevos detalles al utilizar técnicas de
procesamiento digital sobre la imagen.
En 1978, el
STURP (Shroud of Turin Research Project: proyecto para la investigación
del sudario de Turín) investigó la Sábana Santa. En 1981 publicó su informe
final, en el cual se dice: «No hay métodos químicos o físicos conocidos capaces
de dar cuenta de la totalidad de la imagen [...]. La respuesta a la cuestión de
cómo se produjo la imagen o qué produjo la imagen es ahora, como en el pasado,
un misterio».
En 1981 el
padre Francis L. Filas aseguró haber detectado imágenes de monedas en los dos
ojos. Según su estudio, la derecha pertenecería a una moneda de cobre romana
realizada en Jerusalén entre los años 29 a. C. y 30 d. C.,
mientras que la izquierda asemeja una moneda de lituus del reinado de Tiberio.85 En
el siglo I fue costumbre poner monedas al cerrar los ojos a los muertos, razón
que explicaría la presencia de las monedas. Algún error ortográfico de las
monedas se ha encontrado en varios ejemplares no ligados con la sábana. Su
teoría fue debatida por Antonio Lombatti y Alan Whanger en "Doubts
Concerning the Coins Over the Eyes".86 Gian
Marco Rinaldi publicó en el boletín de CICAP una crítica detallada con
abundante material gráfico.87 Rinaldi
afirma que la costumbre de poner monedas en los ojos no era hebrea y menos
poner monedas imperiales en un cadáver de un judío religioso. También compara
las fotografías que usó Filas con otras de mayor resolución, en las que
desaparece la imagen del leptón.
En 1979,
Piero Ugolotti dijo haber hallado caracteres griegos y latinos próximos a la
cara, que fueron estudiados posteriormente en 1997 por André Marion y su alumna
Anne Laure Courage, del Institut d’Optique Théorique et Appliquée d’Orsay
(Instituto de Óptica Teórica y Aplicada de Orsay).
En el lado
derecho encontraron las letras ΨΣ ΚΙΑ, que ellos interpretaron como ΟΨ—ops
‘cara’ + ΣΚΙΑ—skia ‘sombra’, aunque no aparece la primera letra. El problema de
esta interpretación es que es gramaticalmente incorrecta, pues en griego «cara»
debería aparecer en genitivo. A la izquierda hallaron las letras in nece (parte tal vez de in necem ibis, ‘irás a la
muerte’), y ΝΝΑΖΑΡΕΝΝΟΣ— nnazarennos (una forma penosa de escribir
‘nazareno’). Los científicos detectaron otras muchas «inscripciones», pero
según Mark Guscin,88 solamente
una de ellas podría estar escrita en griego o latín: ΗΣΟΥ que es el genitivo de «Jesús», a
falta de la primera letra.
Sus oponentes
rechazan frontalmente estas afirmaciones, por estar los textos plagados de
errores ortográficos.86 Guscin
concuerda con ellos en que estos detalles se han extraído de interpretaciones
claramente subjetivas, muy al estilo de un test de Rorschach.[cita requerida]
Crítica de los textos
A veces se
cita el Evangelio de Juan como prueba de que la sábana es falsa,
dado que en algunas traducciones se habla de «fajas», «lienzos», o «vendas» que
cubren el cuerpo: «Tras él llegó Simón Pedro, que entró al sepulcro, y encontró
en el suelo las vendas de lino [othonia];
y el sudario[sudarium] que
había estado sobre su cabeza, no yacía junto a las vendas, sino que estaba
recogido en un lugar aparte» (Juan 20:6-7).
Según los partidarios del sudario, los «lienzos» o «vendas» serían la Sábana de
Turín, mientras que el «sudario» sería el Sudario de Oviedo.
El Evangelio de Juan dice también: «Llegó Nicodemo [...] y
trajo una mezcla de mirra y áloe,
como unas cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en
lienzos y aromas, según la costumbre judía de sepultar» (Juan 19:39-40). No se han encontrado
rastros de especias en el sudario. Frederick Zugibe, inspector médico, informó
que el cuerpo del hombre del sudario parecía haber sido lavado antes de
envolverlo.91 Es raro que esto suceda después de la
unción, por lo que algunos defensores sugieren que éste habría sido una prenda
preliminar que fue reemplazada posteriormente para la unción, ya que debido al sabbat no quedaba tiempo suficiente para
ello. Sin embargo, no hay pruebas palpables que respalden estas teorías. Otros
han supuesto que las imágenes de
pétalos detectadas por
Danin podrían ser de hierbas que se habrían arrojado sin más sobre el cuerpo
por la falta de tiempo de preparación que narra el Nuevo testamento, con la
llegada de las mujeres el domingo, supuestamente para completar los ritos de
unción del cuerpo.
Análisis artístico
La imagen del lienzo de Turín presenta
rasgos del arte bizantino y gótico que han sido reconocidos por diversos
autores. Paul Vignon señaló más de una docena de coincidencias en el rostro,92 que incluyen detalles que, según él, se
podían ver en la mayoría de las representaciones bizantinas de Cristo. Dan
Scavone señala como la imagen de Turín es similar a las lamentaciones del siglo XII.93 Basándose en estas semejanzas, mantienen
estos autores que el arte bizantino habría formado sus cánones de
representación del rostro humano en la imitación del lienzo de Turín. Esto
sería una prueba de su existencia anterior al siglo VI.
Noemi
Gabrielli, experta que examinó la tela en 1973, la consideraba una obra de un
artesano renacentista.94 Ella
creyó observar en la imagen técnicas similares al sfumato de Leonardo Da Vinci, sin llegar a
atribuirle la tela personalmente. Sobre esta base lanzó la hipótesis de que la
tela original pudiera haber sido sustituida a finales del siglo XV, idea que
fue recogida por Lynn Picknett y Clive Prince para atribuir la imagen al propio
Leonardo, del que sería un autorretrato.95
Otros
autores, como Denis Dutton,96 o
Gregory S. Paul,97 encuentran
la relación más bien con el gótico que con el arte bizantino. Para estos
autores, la posibilidad de que el arte haya imitado una figura desconocida en
la Antigüedad es prácticamente nula. Más bien consideran las semejanzas como una
prueba contraria a la autenticidad, siendo el artista que hizo el sudario el
que siguió modelos artísticos de su época. William S. A. Dale, experto de la
National Gallery of Otawa, señala el extraordinario parecido del lienzo de
Turín con el Epitaphios serbio de Milutin Uros (1300 aprox.), lo que, a su
juicio fecharía el primero a partir de finales del siglo XIII.98
Ciertas
desproporciones anatómicas, que no son compatibles con una representación
realista de un cuerpo humano, han sido señaladas como prueba de que la imagen
de Turín es una obra iconográficamente asimilable al arte bizantino o
bizantinizante. Por ejemplo, la longitud desmesurada de los dedos.99
La posición
de los clavos en las manos ha suscitado una polémica en relación con su
palusibilidad artística que puede verse en el apartado Detalles de la técnica de crucifixión.
Análisis de perspectiva
óptica
Una objeción
más a la sábana gira en torno al llamado asunto de la proyección de
Mercator. La sábana muestra una imagen tridimensional proyectada
sobre una superficie bidimensional plana, como las pinturas y fotografías. Una
auténtica sábana mortuoria, en cambio, tendría una disposición casi cilíndrica
sobre la superficie tridimensional de la cara, o aún más irregular, si cabe. La
imagen resultante presentaría una distorsión lateral antinatural, con un brutal
ensanchamiento a los lados, en vez de la típica imagen fotográfica que
cualquier observador esperaría; y menos aún una imagen tan excesivamente
alargada como la de la tela.100
Referencias
1 Robert Bucklin:
«The Shroud of Turin: a pathologist’s viewpoint», en Legal Medicine
Annual, 1982;
The crucifixion
of Jesus: a forensic inquiry. M. Evans Publ., 2005.
2. William Meacham, The
Authentication of the Turin Shroud: An Issue in Archaeological Epistemology, Current
Anthropology, Volume 24, No 3, June 1983.
3.Joan Carroll
Cruz, OCDS (2003): Saintly men of
modern times (pág. 200); ISBN 1-931709-77-7.
4.Damon, P. E.; D.
J. Donahue, B. H. Gore, A. L. Hatheway, A. J. T. Jull, T. W. Linick, P. J.
Sercel, L. J. Toolin, C. R. Bronk, E. T. Hall, R. E. M. Hedges, R. Housley, I.
A. Law, C. Perry, G. Bonani, S. Trumbore, W. Woelfli, J. C. Ambers, S. G. E.
Bowman, M. N. Leese, M. S. Tite (1989-02). «Radiocarbon dating of
the Shroud of Turin». Nature 337 (6208): 611–615.doi:10.1038/337611a0. Consultado el
2007-11-18.
6.Nickell, Joe
(1998). Inquest of the Shroud of Turin. New York:
Prometeus Books. pp. 111ss.
7.(article
reprinted from NASA's Jet Propulsion Laboratory's house magazine, "JPL
Universe," July 5, 1977.)
8.«The Holy Shroud Guild, past,
present, and future». Holy Shroud
Guild. Consultado el 10 de marzo de 2014.
9.Shroud.com (resumen de las conclusiones de STURP,
de 1981; en inglés).
10.Ashall, Frank. Remarkable
Discoveries!. Cambridge University Press. p. 36. ISBN 0521589533.
11 Rodríguez Saldaña, A. «La conservación y restauración de la síndone».
12 Mark Guscin (2004). «The sermon of Gregory
Referendarius"» (en inglés). p. 13.
14 von Uffhofen, Caspar (2013). The Mysteries of the
Shroud (en inglés). París: Assailly Editions. p. 79. ISBN 978-2-9024-2520-4. Consultado el 12 de
enero de 2014.
15La Sindone e le storie impossibili (2),
Approfondimento Sindone, 2010
16.Forme e vicende del Mandilio di Edessa secondo alcune
moderne interpretazioni, en Adele Monaci Castagno ed., Sacre impronte e oggetti «non fatti da
mano d’uomo» nelle religión, Atti del Convegno Internazionale – Torino, 18-20 maggio 2010
17.Monaci Castagno, Ibid, p. 254
18.Daniel Scavone
et allia: Deconstructing the
"Debunking" of the Shroud
19. Il
Codice Pray
21Acheiropoietos
Jesus Images in Constantinople: the Documentary Evidence, The Shroud of
Turin Story Guide to the Facts 2006, http://www.shroudstory.com/scavone/scavone1.htm, p. 7
22."The Shroud
of Turin and the Image of Edessa: A Misguided Journey", The Skeptical
Shroud of Turin Website, 2012 May 24,http://freeinquiry.com/skeptic/shroud/articles/freeman_shroud_edessa_misguided_journey/
25 Jean-Michel
Maldamé: Le Saint Suaire ou Linceul de Turin;
étude historique, théologique, philosophique et scientifique, Domuni, 2005,
apartado 3. Contiene
un amplio extracto en francés.En castellano: Modesto Hernández Villaescusa. La Sábana Santa de Turín. Estudio
científico-histórico-crítico. Ed: Imprenta de Henrich y Ca. Barcelona,
1903. Págs. 265-272.
26.Porter, Carmen (2005). La Sábana Santa. Madrid: Editorial Edaf.
p. 61. ISBN 84-414-1599-4. Consultado el 12 de
enero de 2014.
27.Ulysse Chevalier: Le Saint Suaire de
Turin. Histoire d'une relique, Paris, Alphonse Picard, 1902, p. 15.
28 R. Basso, G. Bianchini, G. Fanti:
Compatibilità fra immagine corporea digitalizzata e un manichino antropomorfo
computerizzato, Congresso Mondiale “Sindone 2000”, Orvieto, 27-29 Agosto 2000
29.Petrus Soons, The Shroud of Turin, the
Holographic Experience, p. 7
30.c Kevin Moran y
Giulio Fanti: Does the Shroud body
image show any physical evidence of Resurrection?, IV Symposium
Scientifique International du Cielt, Paris, 2002, p. 3
31.John P. Jackson (director STURP y Turin
Shroud Center of Colorado): "¿La imagen de la Síndone se debe a un proceso desconocido
para la ciencia moderna?", en Biblia y fe 70, vol. XXIV (en-abril 1998),pp. 141-172, y Shroud Spectrum
International;
32.Shroud of Turin Not
Jesus', Tomb Discovery Suggests, National
Geographic News,Updated December 17, 2009
34.Mark Antonacci: The Resurrection
of the Shroud. Univ. de Michigan, M. Evans, 2000, o Manuel Carreira: La Sábana desde el punto vista de la física
35.Raymond Rogers,
Anna Arnoldi: "Scientific Method
Applied to the Shroud of Turin", p. 2
36.Alastair Jamieson (1 de julio de 2009). «Was Turin Shroud
faked by Leonardo da Vinci?». The Telegraph (en inglés). Consultado el 29 de
marzo de 2010.
37Existe una traducción al español de uno
de ellos: Walter C. McCrone, The Shroud of Turin: blood or artist's pigment?, Accounts of Chemical Research 1990,
23, 77-83, Traducción: Hernán Toro.
38 Nickell, 1998, p. 138.
39.Luigi Garlaschelli: E’ possibile riprodurre la Sindone?
40Modesto Hernández Villaescusa, La Sábana
Santa de Turín. Estudio científico-histórico-crítico. Ed: Imprenta de Henrich y
Ca. Barcelona, 1903. Págs. 229-230; reed. Humanitas, 1991
41 Mario
Latendresse: Review of the Paper by
Fanti and Maggiolo.
42.Kenneth E. Stevenson: Dictamen sobre la Sábana de Cristo. México: Planeta (segunda edición),
1983.
Julio Marvizón Preney: La
Sábana Santa, ¿milagrosa falsificación?. Sevilla: Giralda, 1996.
46.[http://www.shroud.it/ROGERS-3.PDF Estudio realizado por Ray Rogers,
Thermochimica Acta.
47.[http://www.shroudofturin4journalists.com/raescorner.htm Raes Corner
48.Robert Villarreal
with Barrie Schwortz and M. Sue Benford: Analytical Results On Thread
Samples Taken From The Raes Sampling Area (Corner) Of The Shroud Cloth., Ohio's
International Conference, 2008. Abstract
49.[http://www.shroud.com/pdfs/brown1.pdf Microscopical
Investigation of Selected Raes Threads From the Shroud of Turin
54. Ejemplos de la técnica del “Entretejido
francés” (“French Weaving”) pueden contemplarse en la página web de la empresa: http://www.withoutatrace.com/reweaving.html yhttp://www.thefrenchreweavers.com/
55Sue Benford
& Joe Marino: New Historical Evidence
Explaining the “Invisible Patch” in the 1988 C-14 Sample Area of the Turin
Shroud, p. 2
56.Mechthild
Flury-Lemberg, The Invisible Mending of the Shroud, the Theory and the Reality.
British Society for the Turin Shroud, BSTS Newsletter No. 65, junio 2007,http://www.shroud.com/pdfs/n65part5.pdf
57 [http://vodpod.com/watch/4233257-santo-sudario-discovery-1 Documental de Discovery Channel presenta la
tesis de Ray Rogers.
58↑ Rachel A.
Freer-Waters,A. J. Timothy Jull: Investigating a
Dated Piece of the Shroud of Turin, Radiocarbon, Vol 52, No 4 (2010),https://journals.uair.arizona.edu/index.php/radiocarbon/article/view/3419
59 H. E. Gove, S.
J. Mattingly, A. R. David, L. A. Garza-Valdés: «A problematic source of organic contamination of
linen», en Nuclear
instruments and methods in physics research, B 123, pp.
504-507, 1997.
60.Harry E. Gove: Relic, Icon or
Hoax? Carbon Dating the Turin Shroud., Institute of
Physics Publishing, 1996 ISBN 0-7503-0398-0, p. 308
61.H.E. Gove, S.J.
Mattingly, A.R. David, L.A. Garza-Valdes: A problematic
source of organic contamination of linen. Nuclear
Instruments and Methods in Physics Research Section B, Volume 123, Issues 1-4,
2 March 1997, Pages 504-507
63 Dave Rogers. «Pyrolysis/Spectrometry Applied
to the Shroud of Turin».
64.Marco Riani,
Anthony C. Atkinson, Fabio Crosilla, y Giulio Fanti: «A robust statistical
analysis of the 1988 Turin Shroud radiocarbon dating results», en International
Workshop on the Scientific Approach to the Acheiropoietos Images, ENEA Resarch
Center of Frascati (Italia), 6 de mayo de 2010.
65 Raymond N.
Rogers: «Studies on the
radiocarbon sample from the Shroud of Turin», enThermoChimica
Acta, volumen 425, número 1-2, páginas 189-194, 20 de enero de
2005.
66 Shroud.com (texto científico de Aldo Güerreschi y
Michele Salcito).
68. “A burial
textile from the first century CE in Jerusalem compared to roman textiles in
the land of Israel and the Turin Shroud”, 2014 Workshop on Advances in the
Turin Shroud Investigation,SHS Web of Conferences , Volume 15,
2015. Consultado on line, 10/03/2015 8:42,http://www.shs-conferences.org/articles/shsconf/abs/2015/02/shsconf_atsi2014_00010/shsconf_atsi2014_00010.html
68 Cfr. Wikipedia en inglés: Jehohanan
70 Vassilios
Tzaferis: Crucifixion. The
Archaeological Evidence, Biblical
Archaeology Review, Jan/Feb 198r. Hershel Shanks: New Analisys of a
Crucfied Man, Biblical
Archaeology Review, Nov/Dec 1985. Zias J., Sekeles S.,
"The Crucified Man from Giv'at ha-Mivtar: A Reappraisal", in Israel
Exploration Journal, 35 (1985), pp. 22-27.
74 David Ford: The Shroud of Turin’s ‘Blood’ Images: Blood, or Paint?
A History of Science Inqui
75 En el apéndice del libro de Nickell, Inquest onn the Shroud (Nickell, 1998): A Summary Critique of Analyses of the "Blood" on the Turin "Shroud",p. 155 a la 158. Un resumen on-line en la intervención de Nickell en la polémica con Meacham
75 En el apéndice del libro de Nickell, Inquest onn the Shroud (Nickell, 1998): A Summary Critique of Analyses of the "Blood" on the Turin "Shroud",p. 155 a la 158. Un resumen on-line en la intervención de Nickell en la polémica con Meacham
76.Nickell, Joe:
"Pollens on the 'shroud': A study in deception". Skeptical Inquirer, Summer 1994.,
pp 379–385
78 Avinoam Danin, Indicazioni
floreali per l'origine della sindone de Torino, Universidad Hebrea
de Jerusalén, p. 12
79.Gaetano Ciccone, La
truffa dei pollini. Il dossier completo, La Sindone di Torino, 22 junio 211
80. Vaughn F. Bryant, Books Reviews, Palynos, vol. 23 nº 1, Junio 2000, p. 11-15
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Noticia publicada el 20/04/2015
Turín exhibe el Santo Sudario
Las autoridades de
Turín inauguraron ayer por todo lo alto el nuevo periodo de exposición al
público del Santo Sudario en la catedral de Juan Bautista de esta ciudad del
norte de Italia. Esta vez se podrá visitar durante dos meses, hasta el 24
de junio. Un millón de personas ya han reservado plaza para ver
la sábana con la que se cree que se amortajó el cuerpo de Jesucristo, aunque
múltiples estudios científicos cuestionan que fuera así.
El sudario se ha
expuesto al público en contadas ocasiones. La última vez que se pudo ver fue en
el año 2010, y solamente se exhibió durante dos semanas. A pesar de ello, hasta
dos millones de peregrinos se desplazaron a Turín para apreciar la considerada
mortaja sagrada. Esta vez también se espera un aluvión de visitantes, y se ha habilitado
un sitio web y
un número de teléfono para solicitar fecha y hora, y así evitar aglomeraciones.
Asimismo, 4.500 voluntarios se han movilizado para ayudar a los
peregrinos.
Por primera vez se ha
realizado un vídeo sobre el proceso de preparación del sudario para ser
expuesto. En la filmación se puede ver una decena de técnicos vestidos
como si fueran cirujanos, colocando la sábana en una especie de
camilla enorme, sin tocarla en ningún momento con las manos. Asimismo se ha
llevado a cabo una amplia campaña de difusión para lo que se considera un
evento extraordinario: que la mortaja sagrada se pueda ver.
El sudario mide 4,36 metros de largo por 1,13 de ancho, y
tiene sobreimpresa la imagen de un hombre con marcas físicas como si hubiera
sido crucificado, que se considera que podría ser Jesucristo. La tela de lino y
de color sepia fue descubierta a mediados del siglo XIV en la iglesia de
Nuestra Señora en Lirey, en Francia. La familia real de Saboya, que reinó en
Italia hasta 1946, regaló la sábana al Vaticano en 1983.
Diario el Mundo día
20/04/2015:
MI
OPINIÓN:
Existió una época en la que las reliquias religiosas se
convirtieron en una verdadera moda. Rondaba los inicios de la Edad Media y las
familias adineradas pagaban verdaderas fortunas por hacerse con una de
ellas y poder alardear frente a sus iguales. Esta moda lleva a verdaderas
aberraciones, como llegar a venderse cientos de clavos de hierro oxidados, con
el calificativo de los Clavos de Cristo, los cuales fueron utilizados para
sujetarle a la cruz. No hace falta ser un gran matemático para poder contar
que, en caso de haber utilizado clavos para ajusticiarle en la cruz, hubieran
bastado entre cuatro y ocho para tal menester. En mi opinión, la Sábana de
Turín no es una excepción a dicha perpleja moda y es una imitación, muy bien
realizada, pero que no deja de ser falsa.
¿Por
qué opino de esta forma?
- Los análisis de la sábana con el radiocarbono 14 fueron
concluyentes: dataron el pedazo de tela en el S. XIII. Ante la ilógica
argumentación de la iglesia católica, en referencia a que el pedazo de tela
arrancada por ellos, y enviada a los laboratorios para su posterior análisis,
fue un añadido posterior que se realizó a la tela original en la fecha
señalada. Argumento pobre e inconsistente que lo único que busca es justificar
lo injustificable, de intentar negar lo innegable. Si todos los que han
custodiado la Sábana de Turín la han tenido como una reliquia, ¿cómo puede
pensarse que alguien la hubiese manipulado como si de un trozo de tela vulgar
se tratase? ¿Alguien se cree que la iglesia mandaría un trozo de la tela a
analizar a los laboratorios y cogería justamente ese añadido? ¿Alguien se cree
que no se nota un añadido en la tela, como para no verlo y pasar totalmente
desapercibido al manipulador de la tela? El responsable de los laboratorios
pidió un nuevo fragmento de la tela, para así poder cotejar los resultados con
un nuevo análisis. ¿Sabéis cual fue la respuesta de la iglesia? Que no querían
volver a cortar otro pedazo de tela, para no realizar un sacrilegio sobre la
reliquia. ¿Y qué ocurre con el primer corte? ¿No se realizó ya un sacrilegio
cortando el primer pedazo? ¿Ahora sí se cometería al volverlo a realizar? A mi
me parece más que ante los resultados no esperados, porque por increíble que
parezca, alguien en la iglesia se debía creer que era auténtica y se arriesgó a
someterla a los preceptivos análisis, no quiera volver a realizar la prueba para
que no se ratifique lo que todos ya sabemos. Si sólo se hace un análisis,
cabe poder, ridículamente, argumentar
la historia del añadido posterior de tela, ¿pero como se podría justificar si
se repiten varias pruebas de datación en diferentes partes de la sábana y se
determina la coincidencia en el mismo siglo anteriormente mencionado? Por ello,
creo firmemente en que el tema de no arrancar otro pedacito (de no más de 1 cm)
no es más que una ridícula excusa para no dar pie otra prueba concluyente sobre
la falsedad de la sábana. Lo mismo que he explicado aquí, vale también para el
Sudario de Oviedo, que se vio sometido a las mismas pruebas y con los mismos
resultados.
- En la sábana, se puede distinguir las marcas de monedas del
S. I d.C. del imperio romano, colocadas
sobre las cuencas de los ojos. Sobre el respecto, mencionar que no existe
constancia de ningún rito judío (ni en el ámbito religioso-funerario ni en
ningún otro) de ninguna época, que se basar en la colocación de monedas en las
mencionadas cuencas. Improbable del todo, sería que además esas monedas fuesen
las de la fuerza invasora y dominante y sobre un judío radical en la práctica
de su religión (eso sí que hubiese sido un verdadero sacrilegio y profanación
de su cuerpo). Para mí, está claro que se trata de una burda estrategia de los
creadores de tal estafa, de darle credibilidad de esta forma, para que los
futuros investigadores tuviesen algún indicio para datar la sábana en el S. I
d.C. Sin pensar, que la colocación de las monedas daría más problemas que
ventajas. Por lo menos, a los investigadores del S. XXI.
- Otra de las tesis, que para mí, tienen más fuerza es la
forma del dibujo que se registró en ella. Si se hubiese colocado la sábana
sobre un cuerpo, esta hubiese cogido la forma tridimensional del mismo
(adaptándose a las múltiples formas del rostro en forma tridimensional.) Al
desplegar la sábana y volver a recobrar su forma bidimensional; por lo cual, el
dibujo se hubiese deformado, alargándose más por sus flancos. El dibujo que
tiene la sábana es una clara proyección bidimensional, estando la sábana
desplegada.
- También nos basamos en los Evangelios Canónicos, en los
cuales nos relatan que el cuerpo de Jesús fue ungido con aceites y después
vendado (como se hacía normalmente con los cuerpos judíos) Luego, aunque se
hubiese colocado una sábana (la cual no se menciona en ningún escrito
cristiano) sobre el cuerpo vendado de Jesús, esta ya no hubiese estado en
contacto directo con su piel.
EL
MISTERIO DE SU FORMACIÓN:
Quedando las premisas lógicas asentadas sobre la sábana y
dando por ello concluido que la Sábana de Turín no es el Santo Sudario (ni
queda probado que existiese este.)
Entonces, ¿cómo pudieron realizar una falsificación tan
bien hecha que, incluso, en nuestros días no se ha podido averiguar con qué se
realizó?
Tenéis que pensar que los auténticos análisis que, se han
realizado en un laboratorio, se han hecho solo sobre un trozo de tela de un
centímetro cuadrado de una de las esquinas. Es decir, que no se ha podido
analizar, como hubiese sido deseable, en un laboratorio y con la sábana entera,
para someterla a un test químico al dibujos en la misma. De todas formas, no
nos tiene que extrañar que hace unos siglos fuesen conocedores de algunas
técnicas en muy distintas ramas y ciencias o artes que, con el paso del tiempo,
han desaparecido, cuyas técnicas se han perdido por el paso del tiempo. Unos
claros ejemplos los tenemos en las construcción de las pirámides en Egipto y en
la construcción de los poblados Talayóticos
en la isla de Menorca. Técnicas utilizadas magistralmente en su tiempo y
que han perecido al paso del tiempo, siendo totalmente desconocidas para los
técnicos actuales.
De todas formas, mi teoría es que la Sábana de Turín fue el
primer negativo de la historia. Es decir, que fue la primera fotografía
realizada en la historia. Realizada por el magistral Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci) fue un polímata florentino del Renacimiento
italiano. Fue a la vez pintor,anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Nació en Vinci el15 de abril de 1452 y falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519,
a los 67 años. De todos es conocido que poseía los conocimientos de anatomía y
de fotografía suficientes para poder realizarlo y más. No os olvidéis de los
estudios (realizados sobre fotografías de los dibujos, ya que la iglesia no ha dejado
nunca que la sábana viajase entera a un laboratorio) han determinado que la
forma que tiene este sobre la sábana, tiene las características de un negativo,
tanto en la forma como en la inversión de las sombras que lo forman. Existe una
teoría muy bien constituida que describe a la perfección como el gran maestro
del misterio y de la ciencia hubiese podido crear una gran caja en la que
hubiese un agujero estenopeico (el cual refleja la imagen a un fondo dispuesto
a cierta distancia, sin necesidad de ninguna lente)
El agujero estenopeico es un instrumento de diagnóstico en oftalmología y optometría .
Consta de una
pantalla opaca, con un agujero pequeño en el centro, que suprime las
aberraciones esféricas y mejora la agudeza visual en las ametropías (miopía e hipermetropía).
Si en el proceso de toma de la agudeza visual de un paciente la misma mejora
viendo a través de dicho agujero, estaríamos frente a un error refractivo; en
caso contrario, nos encontraríamos frente otras enfermedades sistémicas (por
ejemplo daños en la retina).
Hubiese sido
suficiente con impregnar la sábana con partículas de haluro de plata (que
reacciona químicamente a la exposición de la luz y se ennegrece) Colocar un
cadáver con las marcas que el creyó que tendría un cuerpo crucificado de la
forma que el se imaginaba (que dista bastante de lo que se cree, en la
actualidad, como se realizaban las crucifixiones.) ¿Qué hubiese sido una tarea difícil y laboriosa de llevarse a
cabo? Indiscutiblemente sí, pero ¿creéis que Leonardo no era capaz de ello? Yo
estoy seguro de que sí y de mucho más si se lo hubiese propuesto. ¿Qué motivo
tenía para ello? Pues el de servir a una rica familia italiana de la época, la
cual estaba dispuesta a pagar una cantidad considerable de dinero para
obtenerla y, así, pasar a ser la envidia de todas sus amistades, subiendo de
posición en el escalafón social de la época.
Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que leas mi obra "El Santo Osario" donde detallo mucho más todo lo que creo que pudo acontecer sobre el tema.
Si quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que leas mi obra "El Santo Osario" donde detallo mucho más todo lo que creo que pudo acontecer sobre el tema.
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