Arca santa de Oviedo, que albergaba el Santo sudario.
Santo Sudario de Oviedo
El Santo Sudario de Oviedo (conocido también por pañolón de Oviedo) es una reliquia de la Iglesia Católica que se encuentra depositada en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Se trata un pañuelo de lino manchado de sangre y alguna quemadura de velas, de forma rectangular con una medida de 83x53 centímetros venerado como una de las prendas funerarias descritas en Jn 20, 7. San Juan menciona un «sudario» (σουδαριον) que cubría la cabeza, y una «prenda de lino» o «vendajes» (οθονιον—othonion) cubriendo el cuerpo. Se cuenta que el sudario de Oviedo fue la prenda que cubrió entonces la cabeza de Jesús y que según el Evangelio encontró el apóstol S. Pedro junto al apóstol S. Juan al llegar a la tumba vacía de Jesucristo y que recogió junto con la Sábana Santa de Turín (Jn 20, 6).
Historia
En España, se puede constatar la existencia y estancia del pañolón en Oviedo desde el siglo VII. Su localización en fechas anteriores es más incierta. Los creyentes creen que salió de Palestina ante el ataque de los persas pasando por el norte de África hasta Cartagena, Sevilla, Toledo y por fin Oviedo. El paño ha sido datado mediante la técnica del radiocarbono como originario del siglo VII.
El Santo Sudario se expone al público sólo tres días al año que son el Viernes Santo, el 14 de septiembre y el 21 de septiembre, San Mateo Apóstol. El resto del año se encuentra depositado en la cámara santa.
Pruebas científicas
El primer estudioso sobre el paño fue Giulio Ricci (miembro de la curia vaticana y Presidente del "Centro Romano di Sindonología"). Un estudio de 1999 por Mark Guscin, miembro del equipo de investigación polifacética del Centro Español de Sindología, investigó la relación entre el sudario de Oviedo y la Sábana santa de Turín. Basándose en la historia, patología forense, composición sanguínea (de tipo AB, como la de la Sábana), y patrones de las manchas, concluyó que ambas prendas cubrieron la misma cabeza en dos momentos distintos, pero próximos entre sí. Avinoam Danin (ver abajo) asintió con este análisis, añadiendo que los granos de polen del pañolón coinciden con los de la Sábana.
Los críticos sostienen que el argumento es espurio. Puesto que manchas de sangre en el Sudario de Turin no han podido ser confirmadas, las del pañolón son irrelevantes. El argumento sobre el polen está también muy debilitado por el descrédito del trabajo de Danin sobre la sábana, ya que trabajó con muestras contaminadas. El polen de Jerusalén podría haber llegado al sudario por muy diversas vías y, en todo caso, sólo indicaría la procedencia de la tela, no su fecha de creación. Además, el sudario de Turín está tejido con un patrón de espiga, mientras que el paño de Oviedo tiene una urdimbre de tafetán.
Nuevas investigaciones
Recientes investigaciones han abierto una nueva vía de investigación sobre la autenticidad del Sudario de Oviedo, basándose en Nono de Panópolis, quien describe cómo se hacían nudos en el siglo V, y poniéndolos en relación con los nudos del pañolón.
Bibliografía[editar]
- La Sábana Santa y el Santo Sudario: La Coruña, El Arca de Papel, 2001 ISBN 84-95637-18-9
- El Santo Sudario de Oviedo: Granda, Madú ediciones, 2004 ISBN 84-95998-26-2
- El Santo Sudario de la Catedral de Oviedo: Ayuntamiento de Oviedo, 1997 ISBN 84-605-7189-0
- Sacred Blood, Sacred Image : The Sudarium of Oviedo, New Evidence for the Authenticity of the Shroud of Turin: Janice Bennett, Ignatius Press, 2001ISBN 09-70568-20-7
Fuente de la información: https://es.wikipedia.org/wiki/Santo_Sudario_de_Oviedo
MI OPINIÓN:
Si no tengo la más mínima duda de que la Sábana Santa de Turín es una falsificación como Reliquia Cristiana, muy bien elaborada en siglos posteriores (alrededor del S.XV), imaginaros este sudario.
La única investigación que han permitido las autoridades eclesiásticas realizar sobre la prenda, la llevó acabo un miembro de la Curia Romana quien no dudó en afirmar que la reliquia era auténtica sin haberla sometido a rigurosos análisis científicos. El interés pudo más que el rigor científico.
Después de haber escuchado el veredicto científico que interesaba a la iglesia, esta prohibió nuevos análisis sobre la misma. Esta vez, se hubiesen realizado por investigadores serios e imparciales.
En los últimos años, se ha permitido realizar nuevos, aunque insuficientes, estudios sobre la tela. Los mismos han arrojado como resultado, que la tela pertenece al S. V d.C. Tenemos que tomarnos este resultado con cierta cautela debido a los escuetos análisis que la iglesia ha permitido realizar al sudario.
Esperemos que algún día cambie esta tendencia proteccionista y se permita certificar la verdad sobre la reliquia, aunque ello pueda pesar a muchos de los que ahora la intentan proteger.
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